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miércoles, 30 de abril de 2025

Higinio Anglés


Higinio Anglés Pamies (en catalán, Higini Anglès i Pàmies; Maspujols, Tarragona, 1 de enero de 1888 – Roma, 8 de diciembre de 1969) fue un sacerdote y musicólogo español, destacado por su labor en la investigación y conservación del patrimonio musical, especialmente en el ámbito de la música sacra.


Formación y primeros años


Realizó sus estudios iniciales en Reus y, a partir de 1900, en el Seminario de Tarragona. Fue ordenado sacerdote en 1912. En 1913 inició su formación musical en Barcelona, donde fue discípulo de destacados maestros como Cogul, De Gibert, Barberá y Felipe Pedrell. 


Este último fue quien recomendó su nombramiento en 1917 como jefe del Departamento de Música de la Biblioteca de Catalunya. A partir de 1919 comenzó una intensa labor de estudio de los archivos musicales históricos españoles.


En 1923 se trasladó a Alemania para completar su formación académica en las universidades de Friburgo y Gotinga, donde estudió con reconocidos musicólogos como Wilibald Gurlitt, Friedrich Ludwig y Heinrich Finke.


Trayectoria profesional


Fue profesor de Historia de la Música en el Liceo de Barcelona desde 1927 y en la Universidad de Barcelona entre 1933 y 1936. En 1943 fue nombrado director del recién creado Instituto Español de Musicología del CSIC. En 1947 asumió la dirección del Pontificio Instituto de Música Sacra de Roma, cargo que ejerció hasta su fallecimiento. También colaboró como consultor en varias congregaciones pontificias.


Fue colaborador de la Revista Catalana de Música y, en 1926, recibió un premio del Centro de Lectura por su obra Recull de cançons populars de la comarca del Camp.


Reconocimientos y legado


Prelado de Honor de Su Santidad y Protonotario Apostólico desde 1958, recibió ese mismo año la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Su labor fue ampliamente reconocida en el ámbito internacional por su rigor académico y su dedicación al estudio y promoción de la música sacra. Fue miembro activo de diversas asociaciones y academias, así como organizador y presidente de congresos especializados en musicología.


Falleció en Roma el 8 de diciembre de 1969. Sus restos descansan en su localidad natal, Maspujols.





Wilhelm Canaris


Wilhelm Franz Canaris (Aplerbeck, Westfalia, 1 de enero de 1887 – campo de concentración de Flossenbürg, 9 de abril de 1945) fue un alto oficial de la marina alemana, almirante de la Kriegsmarine y jefe de inteligencia militar del Tercer Reich entre 1935 y 1944. 


Participó tanto en la Primera como en la Segunda Guerra Mundial y fue una figura ambigua que, pese a ocupar un cargo clave dentro del régimen nazi, se involucró en conspiraciones contra Adolf Hitler, incluyendo la planificación del atentado del 20 de julio de 1944. 


Aunque no fue un actor principal en esa operación, su nombre apareció en documentos comprometedores, lo que llevó a su arresto, encarcelamiento y posterior ejecución por ahorcamiento, apenas semanas antes del final de la guerra.


Primeros años y carrera en la Marina


Nacido en el seno de una familia de industriales, Canaris mostró desde joven un gran talento para los idiomas, especialmente el español, y a los 18 años ingresó en la Marina Imperial Alemana. 


Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en el crucero SMS Dresden como oficial de inteligencia. Su dominio del español lo convirtió en intermediario con autoridades latinoamericanas, en particular durante la escala del buque en México.


El Dresden fue el único barco alemán que sobrevivió a la derrota de las Islas Malvinas en 1914. Canaris fue capturado tras el hundimiento del buque en aguas chilenas y pasó un tiempo internado en ese país. En 1915 protagonizó una fuga cinematográfica desde Osorno, cruzando los Andes a caballo hasta Argentina y regresando finalmente a Alemania vía Róterdam. Fue recibido como un héroe y rápidamente ascendido. 


Posteriormente, fue asignado a tareas de espionaje en Madrid, bajo su antigua identidad de “Reed Rosas”, y luego se convirtió en comandante de submarinos en el Mediterráneo, donde hundió 18 barcos enemigos y fue condecorado con la Cruz de Hierro de Primera Clase.


Actividades tras la Primera Guerra Mundial


Durante el periodo de la República de Weimar, Canaris permaneció en la marina (ahora llamada Reichsmarine) y tuvo bajo su mando a futuros protagonistas del régimen nazi, como Reinhard Heydrich. 


En 1930 fue nombrado jefe de Estado Mayor del Mando del mar del Norte y más tarde comandante del acorazado Schlesien. A pesar de su anticomunismo, su apoyo inicial al régimen de Hitler se fue desmoronando con el tiempo.


Jefe de la Abwehr


En enero de 1935, fue nombrado jefe de la Abwehr, el servicio de inteligencia militar. Desde esta posición, Canaris intentó mantener la autonomía de la Abwehr frente a la creciente influencia de las SS de Himmler y Heydrich. Aunque aparentaba lealtad, Canaris mantenía una postura crítica hacia el régimen y utilizaba sus recursos para entorpecer ciertos planes nazis y ayudar en secreto a víctimas del sistema.


Su oficina estaba situada en Berlín, y era conocida despectivamente por las SS como “la guarida de Papá Noel”. Canaris era una figura discreta, rara vez vestía uniforme, evitaba mostrar condecoraciones y se rodeaba de un equipo seleccionado cuidadosamente, incluyendo personas de origen judío o con posiciones contrarias al nazismo.


Ruptura con el régimen nazi


La invasión de Polonia en 1939 marcó un punto de inflexión. Canaris fue testigo de los crímenes cometidos por las Einsatzgruppen y elevó protestas internas que fueron ignoradas. A partir de entonces, comenzó a conspirar activamente contra el régimen. Tuvo contactos con opositores como el general Franz Halder y proporcionó información valiosa que retrasó o desalentó operaciones bélicas de Hitler.


Durante su gestión, la Abwehr protagonizó operaciones como la fallida Operación Pastorius, que intentó infiltrar saboteadores en EE. UU. En España, fue enviado por Hitler para convencer a Franco de unirse al Eje, misión en la que fracasó. Más adelante, Franco agradecería su discreto apoyo otorgando una pensión a su viuda tras su muerte.


El principio del fin


Canaris fue cada vez más vigilado por las SS y la Gestapo. Su rivalidad con Heydrich y su rechazo al ideario nazi lo convirtieron en un blanco. Aunque participó indirectamente en la planificación del atentado contra Hitler en 1944, su rol nunca fue central. Sin embargo, tras el fracaso del atentado del 20 de julio, su nombre apareció en documentos incautados, y fue arrestado el 23 de julio de ese mismo año.


Pasó sus últimos meses en prisión, sometido a severos interrogatorios. Finalmente, fue trasladado al campo de concentración de Flossenbürg, donde fue ejecutado el 9 de abril de 1945, solo unas semanas antes del fin del Tercer Reich.


Legado


Wilhelm Canaris fue una figura contradictoria: un patriota conservador y anticomunista, pero también un opositor silencioso del nazismo, capaz de actuar en las sombras con discreción y eficacia. Aunque nunca se posicionó abiertamente contra Hitler, su doble juego dentro de la Abwehr le permitió obstaculizar varias acciones del régimen y prestar ayuda a perseguidos. Para muchos historiadores, fue uno de los principales símbolos de la resistencia interna dentro del aparato militar nazi.




Alberto Gerchunoff

Alberto Gerchunoff (nacido Abraham Gerchunoff; Proskurov, Imperio ruso, 1 de enero de 1883 – Buenos Aires, Argentina, 2 de marzo de 1950) fue un narrador, ensayista y periodista argentino. Adoptó el nombre "Alberto" al obtener la ciudadanía argentina. Es autor de numerosas obras, entre las que destaca Los gauchos judíos, posteriormente adaptada al cine.


Biografía


Gerchunoff nació en Proskurov, por entonces parte del Imperio ruso (actual Jmelnítski, Ucrania). En 1889, su familia emigró a la Argentina y se estableció en la colonia judía de Moisés Ville, en la provincia de Santa Fe.


Allí, su padre, el rabino Gershon Ben Abraham Gerchunoff, fue asesinado por un gaucho matrero. Aunque la tumba en Moisés Ville señala como fecha de fallecimiento el 12 de febrero de 1891, el propio autor menciona en su autobiografía (incluida en Entre Ríos, mi país, Ed. Plus Ultra, 1973, p. 23) que su padre murió antes de las Pascuas judías. Tampoco hay datos precisos sobre la fecha exacta de llegada de la familia al país ni sobre el barco en el que arribaron.


Tras el asesinato, la familia se trasladó a la Colonia Rajil, en la provincia de Entre Ríos, cerca de Villaguay. Esta colonia, al igual que Moisés Ville, había sido fundada por el filántropo Barón Moritz Hirsch como refugio para judíos que escapaban de los pogromos en Europa. Entre ambas colonias transcurrieron la infancia y adolescencia de Gerchunoff, durante la cual trabajó como agricultor y boyero.


En 1895 se mudó a Buenos Aires. Allí comenzó su carrera como periodista siendo muy joven, profesión que ejerció durante toda su vida, en especial en el diario La Nación.


Además de periodista, fue profesor universitario y editor de diversas revistas y publicaciones. Jorge Luis Borges lo describió así:  


"Fue un indiscutible escritor, pero el estilo de su fama trasciende la de un hombre de letras. Sin proponérselo y quizá sin saberlo, encarnó un tipo más antiguo: el de aquellos maestros que veían en la palabra escrita un mero sucedáneo de la oral, no un objeto sagrado".


Su obra más emblemática, Los gauchos judíos (1910), escrita en homenaje al centenario de la Revolución de Mayo, recopila relatos y estampas de la inmigración judía en Argentina, inspirados en sus vivencias en las colonias agrícolas durante su infancia.





Vajiravudh

Vajiravudh, también conocido como Phra Mongkut Klao Chaoyuhua o Rama VI (Bangkok, 1 de enero de 1881 – Bangkok, 25 de noviembre de 1925), fue rey de Siam (actual Tailandia) desde 1910 hasta 1925. 


Se convirtió en príncipe heredero tras la muerte de su hermano Vajirunahit. El 15 de mayo de 1902 fue nombrado caballero de la Orden del Toisón de Oro por la regente María Cristina de Habsburgo, durante su estancia en Madrid con motivo de la jura de la Constitución por Alfonso XIII.


Sucedió a su padre, el rey Chulalongkorn (Rama V), en 1910, y continuó con las reformas modernizadoras que este había iniciado. Sin embargo, estas transformaciones resultaron difíciles de sostener. Hacia el final de su reinado, el país enfrentaba serios problemas, muchos de ellos consecuencia directa del proceso de modernización.


Siam había invertido grandes sumas en tecnología y modelos occidentales, pero sus ingresos eran limitados debido a una economía basada principalmente en la exportación de productos agrícolas, con escasa industrialización. Esta situación generó tensiones económicas internas.


A su muerte en 1925, fue sucedido por su hermano Prajadhipok, conocido como Rama VII.





Edward Morgan Forster

Edward Morgan Forster (conocido como E. M. Forster) (Londres, 1 de enero de 1879 - Coventry, 7 de junio de 1970) fue un escritor, novelista, ensayista y libretista británico, miembro del Grupo de Bloomsbury y una figura destacada de la época eduardiana. Sus obras abordan las diferencias de clase y la hipocresía de la sociedad.



Primeros años


Hijo único del arquitecto Edward Morgan Llewelyn Forster y de Alicia Clara Whichelo (conocida como "Lily"), nació en 6 Melcombe Place, Dorset Square, Londres, el 1 de enero de 1879, en el seno de una familia de clase media alta. Originalmente iba a llamarse "Henry", pero fue registrado como "Edward" por error.


Cuando tenía un año y medio, su padre falleció de tuberculosis (30 de octubre de 1880). A partir de entonces, Forster vivió con su madre en casas de familiares y amigos hasta 1883, cuando se mudaron a Rooks Nest, una casa en Hertfordshire, cerca de Stevenage. Esta residencia inspiraría la mansión de Howards End (1910), una de sus novelas más emblemáticas.


Entre sus antepasados se encontraban miembros de la Clapham Sect, un grupo reformista de la Iglesia de Inglaterra activo entre las décadas de 1780 y 1840. Tras la muerte de su tía abuela Marianne Thornton (hija del abolicionista Henry Thornton) en 1887, Forster heredó 8.000 libras esterlinas, una suma considerable. En 1957 publicó una biografía sobre ella.


Educación


Estudió en Tonbridge School, en Kent, donde fue un alumno interno. Años después, el teatro del colegio llevaría su nombre, a pesar de que fue infeliz durante su estancia allí.


En 1897 ingresó en el King’s College de la Universidad de Cambridge, donde estudió Clásicos y posteriormente Historia. Allí fue influenciado por su tutor Nathaniel Wedd y formó parte de la sociedad secreta The Apostles (Conversazione Society), un círculo de intelectuales que se reunía para discutir filosofía, moral y estética. 


Fue propuesto por Hugh Owen Meredith, amigo de por vida, a quien dedicó su novela Una habitación con vistas (1908). Se cree que Meredith inspiró al personaje de Clive Durham en Maurice.


Entre los Apóstoles hizo amistades duraderas, como Goldsworthy Lowes Dickinson. Muchos de sus miembros se integrarían en el Círculo de Bloomsbury, junto a figuras como Lytton Strachey, John Maynard Keynes y Leonard Woolf.


Viajes y primeras obras


Tras completar sus estudios, viajó por Europa con su madre y vivió con ella en Weybridge y Abinger Hammer, Surrey, hasta su muerte en 1945. En 1905 publicó su primera novela, Donde los ángeles no se aventuran.


En 1914 viajó con Dickinson a Egipto, Alemania e India. Durante la Primera Guerra Mundial trabajó para la Cruz Roja en Egipto, donde conoció al poeta griego Constantino Cavafis y mantuvo una relación con un soldado. Su experiencia en la India inspiró su obra más famosa, Pasaje a la India (1924), que analiza el conflicto entre culturas coloniales y autóctonas.


Posguerra, activismo y relaciones


Tras la guerra, fue editor del periódico laborista Daily Herald. Defendió la libertad de expresión, participando en las protestas contra la censura de la novela El pozo de la soledad, de Radclyffe Hall.


En los años 30 y 40 ganó popularidad gracias a sus intervenciones en la BBC. Fue presidente de la British Humanist Association. En esta época, mantuvo una relación con el policía Bob Buckingham, con quien formó una estrecha amistad junto a la esposa de este, May. Su círculo íntimo incluyó a J. R. Ackerley, Benjamin Britten, Siegfried Sassoon y Forrest Reid.


Durante sus últimos años realizó varios viajes a la India y a América, y escribió para revistas y periódicos.


Últimos años y legado


En 1946 fue nombrado miembro honorario del King's College, donde residió hasta su muerte en 1970, en casa de los Buckingham, según su voluntad. Fue incinerado y sus cenizas se mezclaron con las de Bob Buckingham. Ambas fueron esparcidas en el jardín de rosas del crematorio de Coventry, cerca de la Universidad de Warwick.


Recibió múltiples distinciones, entre ellas el Femina, el James Tait Black Memorial Prize, la Order of Merit y la Order of the Companions of Honour*, esta última concedida por la reina Isabel II. Fue nominado en trece ocasiones al Premio Nobel de Literatura.


Temas centrales de su obra


Forster abordó en sus obras los obstáculos que impiden la comprensión entre clases sociales, tal como se ve en Pasaje a la India y Howards End, donde plantea la casi imposible reconciliación entre grupos sociales. Su pensamiento humanista queda plasmado en su ensayo What I Believe.


La sexualidad, particularmente la homosexualidad, también es un tema importante. Maurice (escrita entre 1913-14 y publicada póstumamente en 1971) muestra cómo una relación homosexual puede superar las diferencias de clase. Su colección de cuentos The Life to Come también aborda esta temática y fue publicada tras su muerte.


Forster fue criticado por su uso del simbolismo, considerado por algunos excesivamente místico. Empleó símbolos como el olmo montano en Howards End, o los personajes de Mrs. Moore en Pasaje a la India y Mr. Wilcox en la misma novela, quienes poseen un vínculo místico con el pasado y logran conectar con personas fuera de su clase social.





William Fox

William Fox nació el 1 de enero de 1879 en Tolcsva, Hungría, bajo el nombre Wilhelm Fuchs. Con solo nueve meses de vida, su familia emigró a Nueva York, donde él crecería, se rebautizaría como William Fox… y acabaría revolucionando el cine.


De niño vendía dulces en Central Park y periódicos en la calle. A los 26 años, con 1.600 dólares ahorrados, compró un local con máquinas de entretenimiento… y lo transformó en un nickelodeon: una pequeña sala de cine. Así comenzó su imperio.


En 1915 fundó la Fox Film Corporation, y pronto firmó contratos con estrellas como heda Bara y Tom Mix. Fox fue un pionero: trasladó la producción a Hollywood, luchó contra los monopolios de Edison, y en los años 20 ya tenía 800 salas de cine en EE.UU. y presencia internacional.


Compró la patente del sistema Movietone, y aunque perdió la carrera del primer film sonoro frente a Warner Bros., contraatacó con los Fox Movietone News, noticieros hablados que fascinaron al público. En muchos casos, más que las propias películas.


Pero su ambición tuvo un precio. En 1929, justo antes del crack bursátil, intentó fusionarse con Loew’s Inc., endeudándose en más de 70 millones de dólares. Todo salió mal: perdió patentes, enemigos le cerraron puertas y terminó en bancarrota.


En 1935, su compañía fue absorbida por la Twentieth Century Pictures, creando la 20th Century Fox. William Fox ya no tenía ningún control. Y lo peor: intentó sobornar a un juez y fue a prisión. Al salir en 1943, olvidado por Hollywood, vivió sus últimos años en Nueva York, lejos del cine.


Murió el 8 de mayo de 1952. Nadie de la industria asistió a su entierro.


Hoy, sin embargo, el cine lo recuerda como uno de sus grandes pioneros, un visionario que cambió para siempre la forma de contar historias en la pantalla grande.





Peyo Yavorov

Peyo Yavorov (1 de enero de 1878 – 17 de octubre de 1914) fue un poeta simbolista búlgaro, y uno de los grandes talentos del Fin de siècle en el Reino de Bulgaria. Nacido como Peyo Totev Kracholov, su vida estuvo marcada por la poesía… y por el drama.


Yavorov fue miembro del influyente grupo literario Misal y participó activamente en la Organización Interna Revolucionaria de Macedonia. Pero más allá de su militancia política y literaria, sus versos más recordados nacen del amor —y del dolor— que vivió con dos mujeres.


Su gran amor, Mina Todorova, murió joven, víctima de la tuberculosis. Fue enterrada en el cementerio Père-Lachaise de París, y su muerte dejó una huella profunda en Yavorov. Más tarde, el destino lo unió a Lora Karavelova, hija del político Petko Karavelov. Se casaron, y las cartas entre ambos aún se leen como prueba de un amor apasionado… pero tormentoso.


En 1912, una tragedia lo cambió todo: Lora se suicidó de un disparo, y Yavorov, devastado, intentó quitarse la vida. Sobrevivió, pero quedó **ciego**. Perseguido por los rumores de que había sido él quien la mató, enfrentó un juicio y una humillación pública que lo empujaron al abismo.


En el otoño de 1914, Yavorov puso fin a su vida. Tenía apenas 36 años. Su legado poético, sin embargo, sigue vivo, atravesado por la intensidad del amor, la pérdida… y el dolor de haberlo sentido todo demasiado profundamente.





Agner Krarup Erlang


Agner Krarup Erlang (1 de enero de 1878 – 3 de febrero de 1929) fue un matemático, estadístico e ingeniero danés, pionero en el estudio del tráfico telefónico y creador de la teoría de colas, esencial en telecomunicaciones modernas.


Nacido en Lønborg, Jutlandia Central, Erlang ingresó con honores a la Universidad de Copenhague en 1896 y se graduó en matemáticas en 1901. Aunque trabajó como profesor durante un tiempo, su verdadera pasión era resolver problemas prácticos, y fue precisamente eso lo que lo llevó a revolucionar las telecomunicaciones.


A través de la asociación danesa de matemáticas conoció a Johan Jensen, ingeniero jefe de la Copenhagen Telephone Company, donde Erlang trabajaría durante casi 20 años. Allí se enfrentó a una pregunta fundamental: ¿Cuántas líneas telefónicas se necesitan para evitar congestiones, sin desperdiciar recursos?


En aquella época, las llamadas telefónicas pasaban por una central con operadoras humanas, y conectar dos pueblos requería "troncos" o líneas dedicadas. Poner pocas causaba retrasos; poner muchas era carísimo. Erlang desarrolló modelos matemáticos que permitieron predecir cuántas líneas eran necesarias dependiendo del número de llamadas y su duración, un enfoque completamente nuevo en el mundo de las telecomunicaciones.


Su trabajo culminó en publicaciones clave como La teoría de las probabilidades y las conversaciones telefónicas (1909), y Solución de algunos problemas en la teoría de probabilidades... (1917), donde aparece su famosa fórmula para calcular tiempos de espera y pérdidas de llamadas.


Erlang falleció en Copenhague en 1929, tras una operación abdominal. Años después, su legado fue consolidado: en 1944, su apellido dio nombre a la unidad de tráfico telefónico, el Erlang. Además, una distribución estadística y un lenguaje de programación también llevan su nombre.


Gracias a él, hacer una llamada dejó de ser una cuestión de suerte… y pasó a ser cuestión de matemáticas.





martes, 29 de abril de 2025

Gustave Whitehead


Gustave Whitehead (1 de enero de 1874 – 10 de octubre de 1927) fue un pionero alemán de la aviación que, según algunos investigadores, logró volar dos años antes que los hermanos Wright.


Nació como Gustav Albin Weißkopf en Leutershausen, Baviera. De origen humilde, desde los 13 años comenzó a experimentar con paracaídas de lino. Durante su juventud trabajó en distintos oficios, incluso como asistente del famoso pionero Otto Lilienthal. Más adelante, emigró a Brasil como marinero y, en 1895, se estableció definitivamente en Estados Unidos, donde continuó desarrollando su sueño: volar.


En 1901 se mudó a Bridgeport, Connecticut, donde trabajó como mecánico y construyó su propio avión, el modelo Nº 21, al que añadió un motor de propulsión. El 14 de agosto de 1901, según varios periódicos de la época, Whitehead habría realizado un vuelo exitoso de hasta 2.5 kilómetros a una altura de 60 metros. Esto habría ocurrido dos años antes que el histórico vuelo de los hermanos Wright.


En enero de 1902, con su modelo Nº 22, habría volado 10 kilómetros sobre Long Island. Ambos modelos eran monoplazas, con motores de 20 y 40 caballos de fuerza respectivamente, y un sistema que prescindía de catapultas, a diferencia del utilizado por los Wright.


Sin embargo, Whitehead no patentó su invento y nunca obtuvo el reconocimiento oficial. El Smithsonian apoyó firmemente a los Wright, y durante décadas su versión de la historia dominó. Whitehead, por su parte, murió en la pobreza en Bridgeport el 10 de octubre de 1927.


No fue hasta décadas después, especialmente con la publicación del libro Los vuelos perdidos de Gustave Whitehead en 1937, que su figura comenzó a recibir algo de atención. En 1986 y 1998, réplicas de sus aviones demostraron que sus diseños eran viables, reavivando el debate sobre quién fue realmente el primero en volar.






José Lassalle


José Lassalle (1874–1932) fue un director de orquesta y compositor español con una carrera cosmopolita marcada por la música, el exilio y la pasión por Mahler y Bruckner.


Su lugar de nacimiento es debatido: algunas fuentes dicen Madrid, otras mencionan regiones del suroeste francés como Île d’Olerón u Oloron-Sainte-Marie. Era hijo de padre francés y madre española, y por parte de esta última, sobrino de un organista valenciano.


Primero se formó en filología en la Universidad de Madrid, donde defendió su tesis a los 20 años. Enseñó árabe brevemente en Granada, y comenzó a destacar como crítico musical en el Heraldo de Madrid y en Revista Nueva.


Más tarde se trasladó a Múnich, donde estudió música con grandes figuras como Ludwig Thuille, Wolf-Ferrari, Max Reger y Gustav Mahler, de quien fue amigo cercano.


Debutó como director en 1903 con la Orquesta Kaim de Múnich y fundó su propia orquesta allí. En 1907 creó la Filarmónica Barcelonesa, con especial foco en repertorio alemán.


Durante la década de 1910 trabajó en el Imperio ruso, dirigiendo conciertos para la Sociedad Musical Imperial con solistas como Fritz Kreisler. Allí conoció a la cantante rusa María Kuznetsova, con quien se casó y colaboró en óperas como Thaïs y Cleopatra.


Tras la Revolución rusa, escaparon disfrazados y se refugiaron en Suecia. En 1920 regresaron a España, donde fundó una nueva orquesta en Madrid, esta vez centrada en promover música española contemporánea.


Uno de sus hitos fue la interpretación de la Primera sinfonía de Mahler en 1928, con gran éxito. También dio oportunidades a jóvenes músicos, como el pianista Leopold Querol.


En 1932 sufrió dos derrames cerebrales y falleció el 9 de octubre en su casa de Madrid. Su legado lo continuó su sobrino, César de Mendoza Lassalle, también director de orquesta.




Mariano Azuela


Mariano Azuela (1873–1952) fue médico, novelista y uno de los padres fundadores de la literatura de la Revolución Mexicana.


Nació en Lagos de Moreno, Jalisco, y se formó como médico en Guadalajara. Pero su vida no se limitó al consultorio: se opuso abiertamente al régimen de Porfirio Díaz y se unió a la Revolución como médico en las filas de Pancho Villa.


Esa experiencia en carne viva marcó su obra más célebre: "Los de abajo", escrita durante su exilio en El Paso, Texas, y publicada primero por entregas en 1915. Aunque pasó desapercibida en su momento, se convirtió en un clásico una década después.


Azuela no se limitó a esa novela. Fue un prolífico autor de cuentos, teatro y ensayos, y escribió otras obras como María Luisa, Mala hierba y Andrés Pérez, maderista. Su mirada crítica y desencantada sobre la Revolución le dio un estilo inconfundible.


También fue funcionario: jefe político de su pueblo y director de Educación en Jalisco. Más tarde, ayudó a fundar el Seminario de Cultura Mexicana y El Colegio Nacional, donde ingresó en 1943. Recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1949.


Murió en 1952 en Ciudad de México y fue enterrado en la Rotonda de las Personas Ilustres. Su legado literario sigue vivo como testimonio esencial de la Revolución Mexicana.





Miguel Cabanellas


Miguel Cabanellas Ferrer (1872–1938) fue un general español que jugó un papel clave en varios momentos turbulentos de la historia de España.


Nacido en Cartagena, se formó en la Academia Militar de Toledo y participó en campañas en Cuba y Marruecos. Allí, destacó por su valor, impulsando la creación de tropas indígenas, como los Regulares, y ganándose múltiples condecoraciones.


Durante la dictadura de Primo de Rivera, su pensamiento liberal y republicano lo enfrentó al régimen, lo que le costó el cargo y lo empujó a conspirar en su contra. Apoyó la proclamación de la Segunda República en 1931, lo que le valió puestos de gran relevancia como jefe del Ejército en Marruecos, director de la Guardia Civil e inspector general.


A pesar de sus convicciones republicanas, se unió al golpe militar de 1936. Fue nombrado presidente de la Junta de Defensa Nacional, pero pronto quedó relegado por Franco, a quien advirtió: "Si le dan España, creerá que es suya". No se equivocó.


A partir de ese momento, Franco lo apartó del poder real. Cabanellas falleció en Málaga en 1938. Pese a su participación en el golpe, fue una figura incómoda para el franquismo. Su hijo Guillermo, republicano exiliado, escribió libros clave sobre la guerra civil.


Décadas después, en 2008, su nombre volvió a los titulares cuando fue imputado póstumamente por crímenes del franquismo, aunque el caso fue cerrado al confirmarse su muerte hacía 70 años.





Manuel Gondra


Manuel Gondra Pereira, nacido el 1 de enero de 1872 y fallecido el 8 de marzo de 1927, fue un influyente político, intelectual y diplomático paraguayo, aunque nacido en Buenos Aires. 


De madre paraguaya y padre argentino, su infancia transcurrió en Paraguay, donde se instaló con su familia en Villeta. Fue allí donde comenzó su educación antes de trasladarse a Asunción, donde cursó la secundaria en el Colegio Nacional de la Capital. 


Su formación fue profunda: era filólogo, lingüista, historiador y ensayista, reconocido por su memoria prodigiosa y su vasta cultura, lo que lo convirtió en maestro de generaciones y figura clave del movimiento novecentista paraguayo.


A pesar de las dudas sobre su lugar exacto de nacimiento —algunas fuentes mencionan Buenos Aires, otras Villeta o incluso un barco en tránsito—, la mayoría de los historiadores lo consideran paraguayo de convicción. 


Aunque originalmente su ciudadanía argentina le impedía acceder a cargos políticos, en los registros de 1900 ya figuraba como paraguayo, el mismo año en que se diplomó como bachiller, a los 29 años.


Su carrera pública comenzó en el ámbito periodístico, participando activamente en diarios como El Tiempo, La Democracia, La Semana, El Independiente, La Prensa y El Diario. 


Fue considerado el escritor más brillante de su generación, y como director del influyente periódico El Liberal, se consolidó como líder ideológico del Partido Liberal, lo que lo catapultó eventualmente a la presidencia de la República.


Gondra fue enviado como diplomático a Brasil entre 1905 y 1908, y poco después se integró a la Liga de la Juventud Independiente dentro del liberalismo paraguayo. 


En 1908 fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores, y en 1910 fue proclamado candidato a presidente, cargo que asumió el 25 de noviembre de ese año. Sin embargo, su primer mandato fue breve: debido a diversos levantamientos internos, renunció el 17 de enero de 1911. 


Más tarde fue ministro plenipotenciario en Washington, y en 1920 volvió a la presidencia, esta vez con una agenda más clara de transformación del país. Durante este segundo mandato impulsó políticas a favor de los derechos humanos, la igualdad y la apertura a comunidades extranjeras, como los colonos menonitas, además de promover la independencia del Paraguay respecto de la influencia argentina.


Gondra fue un defensor de una política exterior más equilibrada y propuso una mayor integración con Brasil, lo que quedó plasmado en su visión geopolítica de una salida al este del país. 


Representó al Paraguay en la V Conferencia Panamericana celebrada en Santiago de Chile en 1924, donde logró la aprobación unánime de la histórica “Convención Gondra”, que promovía el arbitraje obligatorio entre naciones como vía para evitar los conflictos armados. 


En ese foro pronunció una frase memorable que sintetiza su pensamiento: “En un conflicto entre Estados puede el débil ser justo; puede serlo el fuerte. Pero la injusticia del uno está limitada por su propia impotencia, al paso que la del otro puede pretender llegar donde llegue su fuerza. Por eso, no pudiendo hacer que el justo sea siempre fuerte, nos hemos empeñado porque el fuerte sea siempre justo”.


Austero y profundamente intelectual, Gondra rechazaba los privilegios del poder: iba caminando al Palacio de Gobierno y se retiraba de la vida pública cada vez que podía, refugiándose en su biblioteca personal, una de las más completas del país, adquirida tras su muerte por la Universidad de Austin, Texas. Falleció el 8 de marzo de 1927 en Asunción, rodeado del respeto general. Cumpliendo su última voluntad, fue enterrado a cielo abierto en las campiñas de Ypané, donde descansan sus restos como símbolo de su amor por la tierra y los valores que defendió toda su vida.




Alfred Stieglitz



Alfred Stieglitz, nacido el 1 de enero de 1864 en Hoboken, Nueva Jersey, fue un fotógrafo estadounidense de origen judío-alemán que dedicó más de cincuenta años a defender la fotografía como una forma de arte al nivel de la pintura y la escultura. 


En sus inicios, buscó asemejar sus imágenes a las cualidades pictóricas tradicionales, explorando la composición, las texturas y otros recursos propios de la pintura. 


Sin embargo, con el tiempo evolucionó hacia una "fotografía directa", en la que se valía de elementos puramente fotográficos, como la profundidad de campo y el encuadre recortado. Además de su contribución artística, también es conocido por su relación con la pintora Georgia O'Keeffe, con quien se casó más adelante.


Stieglitz creció en Manhattan y, en 1881, su familia se trasladó a Alemania. Allí inició estudios de ingeniería mecánica en Berlín, pero pronto los abandonó para dedicarse a la fotografía. 


Durante sus viajes por Europa en la década de 1880, realizó numerosas imágenes de la vida rural, desde campesinos en las costas de los Países Bajos hasta paisajes en la Selva Negra alemana. Gracias a este trabajo, ganó reconocimiento y premios en el ámbito fotográfico europeo. 


En 1893 regresó a Nueva York, donde se casó con Emmeline Obermeyer y tuvo una hija, Kitty, en 1898. Su situación económica era cómoda gracias al respaldo familiar, lo que le permitió dedicarse por completo a sus proyectos fotográficos.


Fue editor de la revista American Amateur Photographer entre 1893 y 1896, aunque su carácter autoritario le generó conflictos que lo llevaron a dejar el cargo. 


Más tarde se involucró en el New York Camera Club y transformó su boletín en la revista Camera Notes, que destacó por su calidad. Descontento con los clubes fotográficos tradicionales, fundó en 1902 el grupo Photo-Secession, integrado por artistas como Edward Steichen, Gertrude Kasebier y Alvin Langdon Coburn, con la intención de promover la fotografía como forma de expresión artística individual. Este grupo organizó exposiciones y publicó Camera Work, una revista de gran prestigio entre 1902 y 1917.


De 1905 a 1917, Stieglitz dirigió las Little Galleries of the Photo-Secession en el número 291 de la Quinta Avenida de Nueva York, conocidas simplemente como “la 291”. Allí promovió no solo fotografía, sino también arte moderno europeo y estadounidense. 


En 1910, realizó una exposición en la Albright Art Gallery de Buffalo que batió récords de asistencia. Defendía que las fotografías debían parecer lo que eran, fotografías, y no imitaciones de otras formas de arte. Este enfoque provocó desconcierto en muchos de sus seguidores, acostumbrados al estilo pictorialista.


En 1918 se divorció de Emmeline, poco después de que ella lo sorprendiera fotografiando a Georgia O'Keeffe. Se casó con la artista en 1924, y ambos alcanzaron gran notoriedad. Él realizó cientos de retratos de O'Keeffe, y ella expuso con éxito sus obras en la 291. 


Sin embargo, el matrimonio se fue deteriorando debido a los problemas de salud de Stieglitz y su carácter hipocondríaco, lo que llevó a O'Keeffe a pasar largas temporadas en Nuevo México durante los años treinta. En esa misma década, Stieglitz inició una relación cercana con Dorothy Norman, a quien también retrató extensamente, generando tensiones en su vida personal. Sus fotografías de Norman y de O'Keeffe son consideradas pioneras en la exploración artística del cuerpo humano fragmentado.


A pesar de su debilitada salud, continuó activo hasta 1937, cuando dejó de trabajar por una enfermedad cardíaca. Pasó sus últimos años entre el Lago George, donde había instalado un cuarto oscuro en un cobertizo, y el hotel Shelton de Manhattan, junto a O'Keeffe. Falleció el 13 de julio de 1946, a los 82 años, dejando un legado decisivo en la historia de la fotografía como arte y como medio de expresión personal.




Pierre de Coubertin


Pierre de Coubertin, nacido en París el 1 de enero de 1863, fue un pedagogo e historiador francés, reconocido mundialmente por ser el fundador de los Juegos Olímpicos modernos y del pentatlón moderno. 


Proveniente de una familia aristocrática, se formó en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po), donde comenzó a interesarse profundamente por la educación y el papel del deporte en la formación del carácter. 


Durante un viaje a Inglaterra, quedó impresionado por el sistema educativo británico, en particular por el modelo de la Rugby School, dirigido por Thomas Arnold, quien promovía el deporte como medio de desarrollo moral y físico. Esta experiencia marcó el inicio de su cruzada por incorporar la educación física en las escuelas francesas.


Coubertin creía que el deporte no solo fortalecía el cuerpo, sino que también formaba ciudadanos responsables y valientes. Admirador de la antigua Grecia, defendía la idea de una educación integral que uniera mente y cuerpo, similar a la practicada en los antiguos gimnasios atenienses. 


Aunque sus esfuerzos por transformar la educación en Francia no tuvieron éxito inmediato, encontró en los Juegos Olímpicos una nueva forma de promover sus ideales. En 1894, durante un congreso celebrado en la Sorbona, logró que se aprobara su propuesta de revivir los Juegos Olímpicos. Así, en 1896, se celebraron en Atenas los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, marcando el inicio de un movimiento global.


Además de su labor educativa y deportiva, Coubertin fue un pensador apasionado. Fundó la revista Revue Athlétique, organizó sociedades atléticas en Francia y abogó por la paz y la unión de los pueblos a través del deporte. 


Sin embargo, su pensamiento también tuvo aspectos polémicos: se oponía firmemente a la participación de las mujeres en el deporte, alegando razones estéticas y culturales. Pese a ello, su legado es inmenso. Presidió el Comité Olímpico Internacional (COI) desde 1896 hasta 1925 y fue el creador del lema olímpico Citius, altius, fortius (“Más rápido, más alto, más fuerte”), adoptado oficialmente en 1924.


En su vida personal, Coubertin se casó con Marie Rothan en 1895 y tuvo dos hijos, ambos con problemas de salud. Afectado por las tragedias familiares y las pérdidas de sus sobrinos en la Primera Guerra Mundial, vivió sus últimos años en Suiza, donde falleció de un ataque al corazón el 2 de septiembre de 1937. Su corazón fue enterrado simbólicamente en Olimpia, Grecia, como homenaje a su contribución al espíritu olímpico.


Entre los múltiples reconocimientos póstumos que ha recibido, destaca la Medalla Pierre de Coubertin, otorgada por el COI a los atletas que demuestran un espíritu deportivo ejemplar. También se han nombrado calles, escuelas y hasta un asteroide en su honor. Gracias a su visión, los Juegos Olímpicos no solo son una competición deportiva, sino también un símbolo de valores universales como la paz, la excelencia y la solidaridad.






Rogelio Vigil de Quiñones


Nacido en Marbella un 1 de enero de 1862, Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro fue mucho más que un médico o un militar: fue un humanista en el sentido más profundo del término. Su vida cruzó continentes y conflictos, pero siempre lo movió la misma convicción: el deber de cuidar al ser humano, incluso en medio del fuego cruzado.


Criado en una familia de raíces leonesas y tradición castrense, se formó en Granada, donde obtuvo el título de licenciado en Medicina y Cirugía en 1886. Ejerció primero como médico rural en las localidades granadinas de Talará y Chite, en las estribaciones de las Alpujarras. 


Pero a los 35 años, sintiendo aún intacto el pulso del deber, ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar. Fue destinado a Filipinas en diciembre de 1897, sin saber que allí escribiría una de las páginas más heroicas y humanas de la historia militar española.


El sitio de Baler: ciencia y coraje en una iglesia sitiada


El 12 de febrero de 1898, Vigil llegó a Baler, una remota localidad filipina donde pronto estallaría una larga y feroz resistencia. Junto a una pequeña guarnición de apenas medio centenar de hombres, se refugió en la iglesia del pueblo cuando los insurgentes filipinos, comandados por Teodorico Luna, lanzaron el asedio el 30 de junio. Aislados, sin víveres ni medicamentos, el grupo resistió durante 337 días.


El beriberi —una enfermedad que entonces se cobraba millones de vidas en los trópicos— comenzó a diezmar a la guarnición. El capitán de las Morenas y el teniente Alonso Zayas murieron. Vigil también cayó enfermo, pero logró curarse recurriendo a hierbas y nutrientes improvisados. 


Más aún, logró contener la epidemia, aplicando observación, ingenio médico y una voluntad indoblegable. Con ello, salvó la vida de muchos compañeros. A pesar de estar herido, siguió curando, combatiendo y, en más de una ocasión, arriesgando la suya por atender incluso a soldados enemigos durante las treguas.


El 20 de abril de 1899, cuando los insurgentes intentaron incendiar la iglesia, salió armado al descubierto y frustró el ataque. Fue uno de los momentos más recordados del sitio. 


El 2 de junio, finalmente, los sitiados se rindieron con todos los honores. Salieron armados, con la bandera desgarrada, y fueron reconocidos como amigos por el nuevo gobierno filipino. El regreso a España se selló en el puerto de Barcelona, el 1 de septiembre de ese mismo año.


Un médico entre continentes


Vigil no se detuvo. Fue condecorado, ascendió en el escalafón militar y sirvió en distintos destinos: Sevilla, Tenerife, Pamplona, Vich, Barcelona... En 1909 volvió al frente, esta vez a África. En Melilla, participó en varios episodios bélicos de la guerra contra las cabilas rifeñas. Recibió nuevas distinciones por su valentía y eficacia como médico de campaña.


Casado con Purificación Alonso y Ruiz, fue padre de seis hijos. Su carrera siguió creciendo: dirigió hospitales, organizó evacuaciones de heridos, y dejó huella por su dedicación en ciudades como Jerez, Sevilla, Larache o Dar-Drius. Fue el primer director médico del Hospital Docker de Melilla y dio nombre, muchos años después, al Hospital Militar de Sevilla, inaugurado en 1980 por petición popular.


Retiro y legado


En 1923 pasó a la reserva, y en 1926 se retiró oficialmente del servicio. Se instaló en San Fernando, Cádiz, donde murió el 7 de febrero de 1934. Su cuerpo fue trasladado con honores a Madrid, al Cementerio de La Almudena, al Panteón de los Héroes de Cuba y Filipinas. Entre los que lo recibieron estaba el prestigioso cirujano Mariano Gómez Ulla.


Vigil de Quiñones fue un médico de guerra, sí, pero también un hombre que jamás perdió de vista al paciente tras el uniforme, al enemigo tras el fusil, al ser humano en mitad de la batalla. Fue una figura admirada en tres continentes, querido en todas las ciudades que pisó, y recordado no solo por sus méritos militares, sino por su compasión, inteligencia y valentía sin alarde.




James George Frazer



Nacido en Glasgow el 1 de enero de 1854, James George Frazer fue un hombre singular: reservado, meticuloso y profundamente curioso del alma humana. Aunque vivió de manera tranquila y en gran parte alejado del bullicio social, su legado resonó con fuerza en los albores de la antropología moderna. 


Frazer no solo fue un pionero en el estudio comparado de las religiones, la magia y la mitología; fue también un tejedor de vínculos invisibles entre culturas distantes, entre los ritos de pueblos aislados y los cimientos espirituales del mundo occidental.


Su obra más influyente, The Golden Bough (La rama dorada), publicada por primera vez en 1890, se convirtió en una vasta exploración del pensamiento mágico y religioso de la humanidad. Lo que comenzó como una modesta investigación sobre una norma ritual del sacerdocio de la diosa Diana en el bosque de Aricia, Italia, se expandió hasta abarcar mitos agrícolas, rituales de fertilidad, temores ancestrales a los muertos, sacrificios propiciatorios y símbolos sagrados compartidos por culturas separadas por océanos y siglos. 


Frazer rastreó estas conexiones con una mirada sistemática pero también con una sensibilidad poética que marcó a toda una generación de escritores y pensadores.


Una de sus ideas más provocadoras fue que las creencias humanas evolucionaron en tres etapas: primero la magia, luego la religión y finalmente la ciencia. Según Frazer, el ser humano primitivo intentó dominar el mundo mediante la magia; frustrado por sus fracasos, buscó consuelo y poder en la religión; y con el tiempo, dio paso a la razón científica. 


Esta teoría despertó críticas —algunos señalaban la falta de pruebas concluyentes—, pero nadie podía negar su fuerza intuitiva ni la audacia con que enlazaba ritos, símbolos y estructuras mentales compartidas por civilizaciones tan dispares como los pueblos amazónicos, los antiguos griegos o los campesinos europeos.


Desde 1930, la ceguera no logró detenerlo. Encerrado en una rutina silenciosa, siguió escribiendo incansablemente mientras ejercía la docencia. Fue reconocido como *sir* y admitido en la prestigiosa Royal Society. Sus libros, aunque académicos, influyeron mucho más allá del ámbito universitario. 


Poetas, dramaturgos y novelistas encontraron en *La rama dorada* una mina de imágenes arquetípicas, de intuiciones profundas sobre el alma humana. El antropólogo David Graeber, en una de sus descripciones más certeras, dijo que Frazer era “el típico victoriano pesado”, pero reconocía también que su obra había encendido la imaginación de toda una época.


Frazer murió en Cambridge el 7 de mayo de 1941, dejando tras de sí no solo una colección monumental de textos, sino un mapa conceptual de los mitos universales. Su trabajo aún nos recuerda que, detrás de las diferencias culturales, hay preguntas que todos los pueblos se han hecho: sobre la muerte, el renacer de la naturaleza, el miedo, lo sagrado y lo desconocido.





lunes, 28 de abril de 2025

Francisco Tosta García



Francisco Tosta García nació el 1 de enero de 1846 en Charallave, pero fue Caracas, la vibrante capital venezolana, la que moldeó su infancia y su carácter. Hijo de Alejandro Tosta, un comerciante, y de Manuela García, su educación formal fue escasa; sin embargo, su abuelo, José Manuel García, se encargó de enseñarle a leer y escribir cuando apenas cumplió los diez años. 


Ni siquiera los días oscuros de 1858, cuando fue encarcelado por motivos políticos, lograron interrumpir su aprendizaje. Desde joven, Tosta García mostraba un temple firme y una profunda pasión por los asuntos públicos.


Su amistad con Antonio Guzmán Blanco lo llevó a involucrarse en la Revolución de Abril de 1870, integrándose al grupo de El Ilustre Americano. De allí en adelante, su vida estuvo íntimamente ligada a la política venezolana, ocupando una serie de cargos que mostraban su ascenso y su compromiso: fue diputado del Estado Bolívar en 1877, y aunque tuvo que exiliarse brevemente en Saint Thomas en 1878 debido a la reacción alcantarista, regresó al año siguiente para continuar su carrera.


De vuelta en su tierra, desempeñó importantes responsabilidades: diputado del Estado Guárico en 1880, Gobernador del Distrito Federal en 1880 y organizador del Estado Guzmán Blanco en 1881. También fue Jefe de las Milicias del Distrito Federal ese mismo año y presidió la Cámara de Diputados durante varias sesiones consecutivas entre 1882 y 1886. 


En 1883, asumió la presidencia del Estado Guzmán Blanco, y en 1888 presidió la comisión de diputados que trabajó en la nueva constitución del Congreso. Sin embargo, su apoyo al general Joaquín Crespo le costó la prisión en La Rotunda durante dos meses, una experiencia que lo llevó a apartarse de la vida pública por varios años.


No tardó en volver a la arena política. Con el triunfo de la Revolución Legalista en 1892, Francisco Tosta García se convirtió en diputado por el Gran Estado Los Andes en la Asamblea Nacional Constituyente, donde además ejerció como secretario. En 1894 fue designado ministro plenipotenciario de Venezuela en los Países Bajos, y al año siguiente volvió a ser Gobernador del Distrito Federal. 


Como Ministro de Fomento en 1896, y más tarde como candidato presidencial en 1897, su figura continuó gravitando en la política nacional. En 1901 fue elegido vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente y en 1904 senador por Carabobo. Su trayectoria diplomática y legislativa lo llevó a representar a Venezuela en el Congreso Bolivariano de 1911, y a ser miembro del Consejo de Gobierno en 1913.


Pero Francisco Tosta García no solo fue un hombre de acción; también fue un hombre de letras. En 1906 ingresó como Individuo de Número a la Academia Nacional de la Historia, presentando un discurso de incorporación sobre El Congreso de Panamá. Su pasión por la escritura lo había acompañado siempre: fue redactor de La Causa Nacional en 1889, junto a Eduardo Blanco, y de El Pabellón Amarillo en 1878. Como periodista, dejó testimonio de su pensamiento y su compromiso con los ideales republicanos.


Francisco Tosta García falleció en Caracas el 10 de noviembre de 1921, dejando un legado de lucha política, servicio público y amor por la historia de su país. Curiosamente, su descendencia también estaría ligada al mundo de la cultura: es tatarabuelo del escritor y presentador Boris Izaguirre.





Ludovic Halévy


Ludovic Halévy, nacido en París el 1 de enero de 1834, fue un autor dramático, libretista y novelista que dejó una huella profunda en la vida cultural francesa del siglo XIX. Provenía de una familia vinculada al mundo de las artes y las letras: era hijo del escritor León Halévy y sobrino del célebre compositor Jacques Fromental Halévy.


Su carrera comenzó en la administración pública. En 1852, entró en el Ministerio de Colonias y también colaboró con el duque de Morny en el Cuerpo Legislativo. Sin embargo, mientras desempeñaba estos cargos, su verdadera pasión florecía en paralelo: la escritura teatral. 


Su primer éxito llegó con el libreto de la opereta Monsieur Choufleuri restera chez lui, con música de Jacques Offenbach, estrenada en 1861. El reconocimiento que obtuvo fue tal que en 1865 decidió dejar su trabajo administrativo para dedicarse de lleno a la literatura.


Halévy se convirtió en un prolífico libretista, trabajando junto a destacados colaboradores como Léon Battu y Hector Crémieux. Pero su alianza más fructífera fue con Henri Meilhac. Juntos firmaron los libretos de algunas de las operetas más famosas de Offenbach, como La Belle Hélène (1864), La Vie parisienne (1866), La Grande-Duchesse de Gérolstein* (1867) y La Périchole (1869). También crearon el libreto de una de las óperas más emblemáticas de la historia, Carmen de Georges Bizet (1875).


No se limitaron a la ópera. Halévy y Meilhac escribieron también numerosas comedias y vodeviles, entre ellos Les Brebis de Panurge (1863), Fanny Lear (1868), Froufrou (1869) y Tricoche y Cacolet (1872). Durante más de dos décadas de colaboración, resultó difícil distinguir el aporte individual de cada uno. 


Sin embargo, se reconocía que Halévy, en sus obras en solitario, mostraba un estilo de mayor refinamiento, humanidad y profundidad, aunque quizá con menos exuberancia creativa que su compañero.


Además de su actividad teatral, Ludovic Halévy creó a la familia Cardinal, personajes satíricos que retrataban a la pequeña burguesía parisina de forma mordaz. También escribió novelas de gran éxito, como L’Abbé Constantin (1882) y Criquette (1883), que ofrecían una visión optimista y virtuosa de la sociedad, en contraste con el pesimismo de las novelas naturalistas de la época.


El éxito literario de Halévy le abrió las puertas de la prestigiosa Academia Francesa, donde ocupó el sillón 22 a partir de 1884, sucediendo a Joseph Othenin d’Haussonville. A pesar de su apoyo reiterado —y fallido— a la candidatura de Émile Zola, tras su ingreso en la Academia Halévy escribió cada vez menos.


Desde finales de la década de 1870, Ludovic Halévy también se destacó como anfitrión de un popular salón literario en su apartamento de la calle Douai. Junto a su sobrina Geneviève Bizet —futura señora Strauss—, recibía a las grandes figuras del París artístico: Edgar Degas, Gustave Moreau, Édouard Manet, Guy de Maupassant, Charles Gounod y muchos más. Sin embargo, su amistad con Degas se rompió debido al caso Dreyfus y a los prejuicios antisemitas que surgieron entonces.


La vida personal de Halévy también estuvo conectada con familias influyentes. En 1868 se casó con Louise Breguet, hija del célebre relojero Louis Breguet. De esta unión nacieron dos hijos destacados: Élie Halévy, historiador especializado en Inglaterra, y Daniel Halévy, ensayista e historiador. Su legado familiar continuó a través de figuras políticas como Louis Joxe y Pierre Joxe, y del aviador Louis Charles Breguet.


Ludovic Halévy murió en París el 7 de mayo de 1908, dejando tras de sí una obra que sigue siendo un testimonio brillante de la vida artística y literaria de su tiempo.




Sándor Petőfi

Sándor Petőfi, nacido Sándor Petrovics el 1 de enero de 1823 en Kiskőrös, y fallecido el 31 de julio de 1849 en Segesvár, fue un destacado poeta húngaro del Romanticismo. Considerado el poeta nacional de Hungría, fue una figura clave en la revolución húngara. 


Es el autor del Nemzeti dal (Canción nacional), que inspiró la revolución en el Reino de Hungría, convirtiéndose en una guerra por la independencia del Imperio austríaco. Se cree que murió en la batalla de Segesvár, una de las últimas de la guerra.


Primeros Años


Petőfi nació en Kiskőrös en el seno de una familia eslovaca. Su padre, Štefan Petrovič, era carnicero y tabernero. En 1824, la familia se trasladó a Kiskunfélegyháza, que Petőfi consideró su ciudad natal. Su certificado de nacimiento lo nombra como Alexander Petrovics. 


Su padre lo envió a un liceo para darle la mejor educación posible. Sin embargo, en 1838, la familia se empobreció por la inundación del Danubio, obligándolo a dejar el colegio. Petőfi fue comediante, en contra de la voluntad de su padre, y desempeñó papeles de figurante en el Teatro Nacional. De 1839 a 1841 hizo el servicio militar. En 1844 fue coeditor en Pesti Divatlap.


Trayectoria Literaria


Petőfi inició su trayectoria literaria creando una poesía revolucionaria en temas y formas. Los temas fundamentales de su lírica fueron el amor y la libertad. Escribió un extenso poema narrativo titulado János el Héroe o Juan el Paladín (János Vitéz) en 1845, que le dio éxito y popularidad.


Matrimonio y Familia


En 1846 conoció a Júlia Szendrey en Transilvania. Se casaron al año siguiente, a pesar de la oposición del padre de ella, y pasaron la luna de miel en el castillo del conde Sándor Teleki. Su único hijo, Zoltán, nació el 15 de diciembre de 1848.


Muerte


Se cree que Petőfi murió en combate en 1849 durante la batalla de Segesvár a manos del Ejército Imperial Ruso. Es reconocido como héroe y poeta nacional. Un médico militar ruso dejó constancia de la muerte de Petőfi en su diario. 


Como su cuerpo nunca fue encontrado oficialmente, persistieron los rumores sobre su supervivencia. En la década de 1980, investigadores soviéticos encontraron archivos que revelaban que, tras la batalla, unos 1800 prisioneros de guerra húngaros fueron enviados a Siberia, lo que alimentó teorías alternativas sobre su destino. 


En 1990, una expedición a Barguzin, Siberia, afirmó haber desenterrado su esqueleto. En Hungría, existe un dicho en su honor: "Eltűnt, mint Petőfi a ködben" (Desaparecido, como Petőfi en la niebla).


La revolución húngara de 1848


Petőfi fue clave para iniciar la revolución en Pest. Fue coautor y autor, respectivamente, de los dos documentos escritos más importantes: el 12 Pont (12 Puntos) y el Nemzeti Dal, su poema revolucionario.


Cuando les llegó la noticia de la revolución en Viena, Petőfi y sus amigos decidieron cambiar la fecha de la "Asamblea Nacional" del 19 de marzo al 15. En la mañana del día 15, Petőfi y los revolucionarios comenzaron a marchar por la ciudad de Pest, leyendo su poema y los "12 puntos" a la creciente multitud, que atraía a miles de personas. Visitaron las imprentas, declararon el fin de la censura e imprimieron el poema y los "12 puntos".


Petőfi se alistó en el Ejército Revolucionario Húngaro y luchó a las órdenes del general Józef Bem. Fue visto por última vez con vida en la batalla de Segesvár el 31 de julio de 1849.


Poesía


Petőfi comenzó su carrera como poeta con "canciones populares de situación", destacando su primer poema publicado, A borozó ("El bebedor de vino", 1842). Escribió muchos poemas de tipo canción popular sobre temas como el vino, el amor y los ladrones románticos. 


La influencia de la poesía popular y del populismo del siglo XIX es muy significativa en su obra. En los años 1844-1845, su poesía se volvió más sutil y madura, con nuevos temas como el paisaje.


Honores y Monumentos Conmemorativos


Tras el aplastamiento de la revolución, los escritos de Petőfi se hicieron inmensamente populares, y su rebeldía sirvió de modelo para revolucionarios húngaros. El compositor Franz Liszt compuso la pieza para piano Dem Andenken Petőfis (En memoria de Petőfi) en su honor.


Hoy en día, escuelas, calles y plazas llevan su nombre en toda Hungría y en las regiones de habla húngara de los estados vecinos. Una emisora de radio nacional (Radio Petőfi), un puente en Budapest y una calle en Sofía, Bulgaria, también llevan su nombre, así como el asteroide «4483 Petöfi». Todos los niños húngaros de primaria aprenden de memoria algunos de sus poemas.




Manuel Murillo Toro

Manuel Murillo Toro, nacido en Chaparral, Tolima, el 1 de enero de 1816, y fallecido en Bogotá el 26 de diciembre de 1880, fue un destacado político, médico y escritor colombiano. Miembro del Partido Liberal Colombiano, ocupó en dos ocasiones la presidencia de los Estados Unidos de Colombia, además de desempeñarse como canciller y Secretario de Hacienda.


Participación Política y Presidencias


Murillo Toro participó activamente en la Convención de Rionegro en 1863, que dio lugar a la nueva Constitución y al cambio de nombre del país a Estados Unidos de Colombia. Posteriormente, fue elegido presidente para los períodos 1864-1866 y 1872-1874.


Legado de sus Gobiernos


Durante sus mandatos, Murillo Toro fundó el Diario Oficial en 1864, un órgano informativo institucional que aún perdura. Su política se centró en alcanzar la paz social a través del diálogo y en modernizar la infraestructura del país. Introdujo el telégrafo en Colombia, a pesar de su oposición al intervencionismo estatal en la economía. En su faceta de escritor y periodista, fundó la Gaceta Mercantil de Santa Marta en 1847 y colaboró en otras publicaciones.


Ideología y Muerte


Dentro del Partido Liberal, Murillo Toro fue un promotor del liberalismo radical. Su muerte marcó el fin de la influencia de las ideas liberales radicales en el gobierno, dando paso a gobiernos conservadores durante casi 50 años.


Vida Personal


Se conoce que tuvo un hijo llamado Manuel Eugenio Murillo Toro, del cual no se hizo responsable.


Primeros Años y Formación


Manuel Murillo Toro nació en Chaparral, Tolima, el 1 de enero de 1816, durante la reconquista española. Proveniente de una familia de escasos recursos económicos, fue hijo de José Joaquín Murillo y Velarde, y María Teresa Toro Nieto. Estudió su secundaria en Ibagué, en el Colegio de San Simón.


Fue enviado a Bogotá para estudiar medicina, trabajando durante sus estudios para los influyentes políticos Vicente Azuero y Lino de Pombo. Obtuvo su título en 1836. En su juventud, promovió las ideas de pensadores europeos como Jean Charles de Sismondi, Henry de Saint-Simon, Charles Fourier y Pierre Proudhon.


Carrera Política


A partir de 1837, trabajó en el Congreso y durante la Guerra de los Supremos (1840-1843) fue asistente de líderes militares del Partido Liberal. En 1846, fue elegido a la Cámara de Representantes, destacándose por sus planteamientos ideológicos y programáticos.


Durante el gobierno de José Hilario López, fue Secretario de Hacienda (1849-1853), impulsando la libertad de industria y la ley de reforma agraria de 1850.


Candidatura Presidencial de 1857


En 1857, se postuló a la Presidencia de la Nueva Granada, quedando en segundo lugar, detrás del conservador Mariano Ospina Rodríguez.


Congresista y Presidente del Estado de Santander


Con la creación del Estado Soberano de Santander, Murillo Toro fue elegido como su primer presidente en 1857, pero renunció en 1859 para ocupar un escaño en el Senado. En el Congreso, promovió leyes para garantizar la libertad de prensa, de cultos y de reunión.


Constitución de 1863


En 1863, participó en la Convención de Rionegro, que redactó una nueva constitución. La nueva carta política, promulgada el 8 de mayo de 1863, se basaba en los principios del liberalismo clásico y estableció el porte de armas para los ciudadanos, el cambio de denominación del país a Estados Unidos de Colombia, la abolición de la pena de muerte, la separación del Estado y la Iglesia, y la reducción del período presidencial de 4 a 2 años.


Segunda Candidatura Presidencial y Primera Presidencia (1864-1866)


En las elecciones de 1864, Murillo Toro se presentó como favorito por su partido y fue proclamado presidente para el período 1864-1866. Su primer período se caracterizó por la conciliación entre los partidos tradicionales y la implementación del servicio del telégrafo, inaugurado el 1 de noviembre de 1865. También creó el Diario Oficial y ordenó la realización de mapas de los territorios del país, tomando como referencia trabajos cartográficos de la Comisión Corográfica.





Nace El Pensamiento Español, un diario al servicio del tradicionalismo

El 2 de enero de 1860 salió a la venta en Madrid el primer ejemplar de El Pensamiento Español, un periódico político y doctrinario que sería...