Francisco Tosta García nació el 1 de enero de 1846 en Charallave, pero fue Caracas, la vibrante capital venezolana, la que moldeó su infancia y su carácter. Hijo de Alejandro Tosta, un comerciante, y de Manuela García, su educación formal fue escasa; sin embargo, su abuelo, José Manuel García, se encargó de enseñarle a leer y escribir cuando apenas cumplió los diez años.
Ni siquiera los días oscuros de 1858, cuando fue encarcelado por motivos políticos, lograron interrumpir su aprendizaje. Desde joven, Tosta García mostraba un temple firme y una profunda pasión por los asuntos públicos.
Su amistad con Antonio Guzmán Blanco lo llevó a involucrarse en la Revolución de Abril de 1870, integrándose al grupo de El Ilustre Americano. De allí en adelante, su vida estuvo íntimamente ligada a la política venezolana, ocupando una serie de cargos que mostraban su ascenso y su compromiso: fue diputado del Estado Bolívar en 1877, y aunque tuvo que exiliarse brevemente en Saint Thomas en 1878 debido a la reacción alcantarista, regresó al año siguiente para continuar su carrera.
De vuelta en su tierra, desempeñó importantes responsabilidades: diputado del Estado Guárico en 1880, Gobernador del Distrito Federal en 1880 y organizador del Estado Guzmán Blanco en 1881. También fue Jefe de las Milicias del Distrito Federal ese mismo año y presidió la Cámara de Diputados durante varias sesiones consecutivas entre 1882 y 1886.
En 1883, asumió la presidencia del Estado Guzmán Blanco, y en 1888 presidió la comisión de diputados que trabajó en la nueva constitución del Congreso. Sin embargo, su apoyo al general Joaquín Crespo le costó la prisión en La Rotunda durante dos meses, una experiencia que lo llevó a apartarse de la vida pública por varios años.
No tardó en volver a la arena política. Con el triunfo de la Revolución Legalista en 1892, Francisco Tosta García se convirtió en diputado por el Gran Estado Los Andes en la Asamblea Nacional Constituyente, donde además ejerció como secretario. En 1894 fue designado ministro plenipotenciario de Venezuela en los Países Bajos, y al año siguiente volvió a ser Gobernador del Distrito Federal.
Como Ministro de Fomento en 1896, y más tarde como candidato presidencial en 1897, su figura continuó gravitando en la política nacional. En 1901 fue elegido vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente y en 1904 senador por Carabobo. Su trayectoria diplomática y legislativa lo llevó a representar a Venezuela en el Congreso Bolivariano de 1911, y a ser miembro del Consejo de Gobierno en 1913.
Pero Francisco Tosta García no solo fue un hombre de acción; también fue un hombre de letras. En 1906 ingresó como Individuo de Número a la Academia Nacional de la Historia, presentando un discurso de incorporación sobre El Congreso de Panamá. Su pasión por la escritura lo había acompañado siempre: fue redactor de La Causa Nacional en 1889, junto a Eduardo Blanco, y de El Pabellón Amarillo en 1878. Como periodista, dejó testimonio de su pensamiento y su compromiso con los ideales republicanos.
Francisco Tosta García falleció en Caracas el 10 de noviembre de 1921, dejando un legado de lucha política, servicio público y amor por la historia de su país. Curiosamente, su descendencia también estaría ligada al mundo de la cultura: es tatarabuelo del escritor y presentador Boris Izaguirre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario