El 2 de enero de 1984, Túnez se sumió en una ola de violentos disturbios tras el anuncio del gobierno de Habib Burguiba de eliminar subsidios y duplicar el precio del pan como parte de un plan de ajuste económico exigido por el FMI.
Las protestas, conocidas como "Revuelta del Pan", dejaron decenas de muertos, cientos de heridos y detenidos, y marcaron un punto de quiebre en el descontento contra el régimen autoritario que décadas después culminaría en la Revolución de 2011.
Contexto: Crisis económica y austeridad impuesta
- Burguiba, en el poder desde 1956, enfrentaba una grave crisis financiera por la deuda externa.
- El FMI presionó para recortar subsidios a alimentos básicos, pero la medida golpeó a las clases populares, donde el pan era un símbolo de supervivencia.
- El aumento del 100% en el precio del pan (y otros cereales) fue la chispa que encendió la indignación.
Estallido social y represión
- Manifestaciones espontáneas estallaron en ciudades como Túnez, Gafsa y Sfax, con consignas contra Burguiba.
- Jóvenes y pobres saquearon panaderías y enfrentaron a la policía.
- El gobierno respondió con toque de queda y balas: entre 70 y 150 muertos (cifras no oficiales), incluyendo niños.
- Burguiba dio marcha atrás a las 48 horas, pero el daño político fue irreversible.
Legado: Semilla de la Revolución tunecina
- Las protestas de 1984 fueron el primer gran desafío popular al régimen, anticipando el malestar que llevaría al derrocamiento de Ben Ali en 2011.
- Mostraron el poder de la calle frente a políticas económicas impopulares.
- Hoy, en Túnez se recuerda esta revuelta como un aviso ignorado: el pan no solo es alimento, sino dignidad.
En conclusión, los disturbios de 1984 no fueron solo por el precio del pan, sino contra un sistema que sacrificaba a los pobres. Un eco del "¡Pan, libertad, justicia social!" que décadas después resonaría en la Primavera Árabe.
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