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domingo, 5 de diciembre de 2021

Resumen de las perspectivas y balances historiográficos de las Vanguardias

Analizando la obra de cuatro autores que reflexionan sobre las vanguardias, uno de los fenómenos artísticos y culturales más complejos del siglo XX. 

La "vanguardia" es un término que proviene de la terminología militar, quiere decir “ir adelante” (es la parte de adelante de un ejército). 

El término comenzó a aplicarse al arte a comienzos del siglo XX para referirse a movimientos artísticos que iban adelante en el sentido que se adelantaban a su tiempo. 

A través de las lecturas vistas se mantiene este concepto amplio de vanguardia. 

Sin embargo algunos autores emplean un concepto más acotado de vanguardia, puesto que consideran sólo los movimientos artísticos de la primera mitad del siglo XX y concretamente aquellos que surgen con manifiestos o declaraciones públicas, se las llaman "Vanguardias Históricas" y que plantean una ruptura con el pasado y lo establecido.

Los autores Hobsbawm, Mayrata, Williams y Burger tienen en común el planteamiento de visiones de conjunto de las vanguardias, es decir no analizan algunas de ellas en particular, ni particularizados de determinadas vanguardias, sino que las analizan en su conjunto. 

Por otra parte son visiones de las vanguardias europeas, no hay presentes análisis de las vanguardias latinoamericanas, ni argentinas. 

El título del resumen es “Perspectivas y balances historiográficos”. En primer lugar “Perspectivas” porque precisamente son miradas, puntos de vista, interpretaciones sobre las vanguardias.

En cuanto a “Balances”, los autores realizan una evaluación de estos movimientos, una evaluación de sus resultados analizan: 

¿Que lograron?, ¿Que dejaron? ¿Fracasaron o tuvieron éxito? ¿Por qué? Y ¿En qué? 



Eric Hobsbawm (1917-2012), fue profesor de historia social y económica de la Universidad de Londres y miembro de la academia británica, también del grupo de historiadores del Partido Comunista de Gran Bretaña entre 1946 y 1956. 

Su obra se inscribe dentro del marxismo revisionista europeo, uno de sus focos de análisis fue la revolución dual, es decir la Revolución Francesa e Industrial Británica, a la que considera como fundamento del mundo contemporáneo. 

Entre sus numerosos libros se destaca, la serie formada por La era de la Revolución, La era del Capital, La era del Imperio y la Historia del siglo XX (publicada en 1998) a la saga “Decadencia y fracaso de las vanguardias del siglo XX”, es una obra breve en la que realiza una evaluación de las vanguardias bastante polémica. 

Para Hobsbawn, las vanguardias tenían el objetivo de hallar nuevas maneras de mirar el mundo o expresar los tiempos, eso no pudo lograrse no solo porque no había consenso o acuerdo sobre lo que significaba “expresión de los tiempos” ni en cómo expresarlos (Según él tendría que haberlo hecho).

Ademas por su "limitación técnica" dado que las artes visuales no han sido capaces de adecuarse a la reproductibilidad técnica, cosa que sí han hecho los escritores y compositores que se han adaptado a la reproducción técnica y a la economía de masas caracterizada por la demanda de miles de individuos. 

El autor prácticamente restringe las vanguardias a dos manifestaciones artísticas, para hablar de fracaso: Pintura y Escultura. 

Cuando en realidad las vanguardias propusieron una renovación de todas las artes, prácticas que implicaban borrar las fronteras entre las mismas y nuevas formas de expresión revolucionarias. 

Plantea asimismo otras cuestiones también provocativas, partiendo de un concepto de vanguardia más amplio aparentemente puesto, que considera el Post-impresionismo como una de ellas, señala que los artistas pertenecientes a esta corriente gozaron de una auténtica popularidad de masas, particularmente Renoir y Van Gogh. 

Para ello se apoya en una encuesta que Bourdieu llevó a cabo en los años ´70 del siglo XX, hay allí un desfase, un mal empleo de esos datos estadísticos puesto que sabemos que esos artistas no gozaron de popularidad en su época. 

De hecho Van Gogh no vendió un solo cuadro en su vida, el reconocimiento y la aceptación del público fueron muy posteriores, es decir que habría un uso equivocado de los datos proporcionados por Bourdieu, por parte de Hobsbawn. 

Considera que la pintura, una vez que se ha alejado del lenguaje tradicional de la reproducción, de la representación (se está refiriendo a la pintura no figurativa) no puede comunicar nada puesto que su lenguaje se ha empobrecido, cosa que es bastante discutible. 

Hobsbawn considera que la verdadera revolución en el arte del siglo XX que provocó una democratización del consumo estético, fue obra del cine, que fue rápidamente fue aceptado por las masas porque tenía algo que comunicarles.

Pareciera que el autor al considerar el fracaso de las vanguardias, mezcla las condiciones de producción de las obras con el objetivo de las vanguardias de integrar el arte con la vida y lograr un público activo. 

Todos los movimientos de vanguardia tenían un fuerte componente utópico al pretender unir el arte y la vida haciendo que el arte se mezcle con la vida y contribuya a cambiarla. 

Más allá de las críticas o limitaciones que pueda presentar esta postura, la pregunta por el fracaso o el éxito de las vanguardias es estimulante, nos invita a seguir repensando a esta explosión de movimientos artísticos de la primera mitad del siglo XX.



Ramón Mayrata (1952-): es un escritor y poeta español, colaboró en numerosas publicaciones españolas, entre ellas: La luna, El europeo, El sol, El país, etc. 

También, trabajó como guionista de radio y televisión reuniendo sus artículos literarios en “El ojo de la arbitrariedad” durante algún tiempo, ademas dirigió una editorial especializada en libros técnicos de magia, una de sus obras más reconocidas fue “Ali Bey El Abasí” y que publicó Planeta en 1995. 

Fue adaptada al teatro por el dramaturgo Carlos Road. Escribió numerosos textos sobre arte y en catálogos dedicados a pintores y fotógrafos contemporáneos en “Perplejidades del arte moderno”. 

Mayrata presenta una reflexión sobre los movimientos de vanguardia. 

Desde la perspectiva del espectador, el no emplea el término vanguardia, sino que utiliza el de "Arte Moderno", para referirse a ese conjunto de movimientos artísticos del que hablan los otros autores. 

El arte moderno es aquel que le permite al espectador dudar y poner en cuestión todas las cosas, hacer ejercicio efectivo de su libertad, la perplejidad que en cierta manera se asemeja al concepto de “shock” 

Lo que propone Mayrata, es ese estado de sorpresa o extrañeza y de duda que experimenta la sensibilidad del espectador 

Ante las obras de arte que desafían las convenciones del lenguaje y la capacidad de percepción de los sentidos, que son precisamente las obras de vanguardia. 

El autor sostiene que esa perplejidad se ha desvanecido frente al arte actual, en parte por el tiempo acelerado que han impuesto el mercado y la industria de la comunicación. 

Que han llevado a que el espectador no tenga tiempo y antes que sorprendido se muestre más complaciente, aceptando entusiastamente cualquier obra o indiferente ante las propuestas de los artistas. 



Raymond Williams (1921-1988), había nacido en el pueblo de Pandi, ubicado en el límite entre Inglaterra y Gales, en 1921 en ese momento era un lugar remoto dedicado a la producción de lana. 

Su padre un trabajador ferroviario obtuvo los recursos financieros y culturales para lograr que su hijo fuera a una escuela de élite y después a la universidad de Cambridge, donde sufrió una fuerte discriminación por sus orígenes de clase. 

Williams, militó en el partido comunista del cual posteriormente se alejó por diferencias con el sector ortodoxo, fue fundador del círculo de Birmingham de la década del 60, junto con Edward Thompson y Richard Hoggart. 

Desarrollaron planteamientos y publicaciones en torno a los cambios que se estaban produciendo en el Reino Unido, en la segunda posguerra y que abrían un debate sobre la cultura. 

Acrecentado con la difusión de los medios de comunicación de masas, si bien tienen diferencias en sus planteos estos autores, van a rechazar de manera categórica los supuestos elitistas en el análisis de la cultura. 

Para Williams, la cultura es una producción individual y colectiva de significados, valores y concepciones del mundo. 

Enmarcadas en instituciones sociales concretas y condicionadas por circunstancias materiales determinadas, las prácticas específicas de la cultura. 

Las artes, son vistas para este autor en términos de su interrelación con la sociedad, que las informa y a la que dan forma. 

De esta idea se plantea relación entre las vanguardias artísticas, políticas y la permanente vinculación de las vanguardias con el mundo social, en el que operaban. 

Por ejemplo en un pasaje, Williams vincula el llamado del Futurismo a destruir la tradición, con los llamados socialistas a destruir todo el orden social existente. 

Al mismo tiempo que pone de relieve el carácter cosmopolita y metropolitano de las bases sociales de los movimientos de vanguardia.



Peter Burger (1936-2017), fue profesor alemán de literatura en la universidad de Bremen y es uno de los teóricos más destacados sobre el arte de vanguardia. 

Su concepción y su valoración del arte de vanguardia abrevan en los aportes de Hegel, Kant, Adorno, Benjamin, Habermas, Gadamer y Marcuse, entre otros pensadores. 

Su obra “Teoría de vanguardia” ha tenido una amplia difusión desde su publicación en 1974, una de las principales ideas que el autor desarrolla en esta obra, es que las vanguardias realizaron un ataque a la institución “Arte”. 

Esto quiere decir a las formas en la que el arte se produce y circulan en las sociedades burguesas modernas. 

El autor plantea que las vanguardias y su arte se fue independizando de otras esferas de la realidad, ese proceso qué podemos considerar como la autonomía del arte, llega a su punto culminante en el siglo XIX con las teorías del “Arte por el arte” o Esteticismo, lo llama así por influencia de Adorno. 

Que alejan al arte de la praxis vital, las vanguardias precisamente se rebelaron contra esto, contra la separación del arte de la praxis vital e intentaron reconducir el arte a la vida. 

Los movimientos históricos de vanguardia desarrollaron actividades como los actos Dadaístas cuyo propósito era provocar al público, en estos actos se trataba de liquidar el arte como actividad separada de la praxis. 

Los movimientos de vanguardia se refieren negativamente a la “categoría de obra”. 

Burger plantea que con la firma un objeto cualquiera y su envío a una exposición se cuestionan provocativamente, el concepto de arte como creación individual de obras singulares, el acto de provocación mismo ocupa el puesto de la obra, esta provocación se dirige contra la institución social del arte. 

Burger desarrolla su teoría en el año 1974, para ese momento el arte se hallaba en una fase "Post-vanguardista". 

Que comienza después de la segunda guerra mundial, que se caracteriza por la restauración de la categoría de obra y por la aplicación con fines artísticos de los procedimientos que la vanguardia ideó con una intención anti-artística. 

Sus afirmaciones y ejemplificaciones sobre las vanguardias se centran especialmente en las características de un movimiento, el dadaísmo que no son compartidas por todas las vanguardias, siendo un análisis algo limitado por esa razón.

Queridos lectores, si les gusto lo que escribí pueden contribuir, muchas gracias.


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