En los primeros días de 1919, mientras Europa intentaba re-configurarse tras el colapso de los imperios, un ejército recién formado -el checoslovaco- entraba en Bratislava (entonces Pressburg/Pozsony), marcando un punto de inflexión en la creación de la nueva República de Checoslovaquia.
Esta operación militar, ejecutada entre el 1 y el 2 de enero, no fue solo una conquista territorial: fue el acto fundacional que definiría las fronteras de Europa Central durante el siglo XX.
Contexto: El Vacío de Poder en Centroeuropa
Tras el armisticio de 1918, la región quedó sumida en el caos:
- Hungría, derrotada, perdía el 72% de su territorio histórico.
- Eslovaquia (parte del Reino de Hungría durante 1,000 años) se convertía en botín geopolítico.
- Checoslovaquia, proclamada el 28 de octubre de 1918, necesitaba asegurar sus fronteras ante las ambiciones húngaras y eslovacas.
El gobierno provisional checoslovaco, liderado por Tomáš Garrigue Masaryk, argumentaba que Bratislava -con su importante población germana y húngara- era vital para:
- Controlar el Danubio (eje comercial estratégico).
- Conectar Bohemia con la Rutenia subcarpática.
- Evitar que Hungría o Austria reclamaran la ciudad.
La Operación Relámpago (1-2 de enero de 1919)
El Ejército Checoslovaco de los Legionarios (unidades formadas por prisioneros de guerra checos en Rusia e Italia) ejecutó una maniobra audaz:
- 31 de diciembre de 1918: Tropas checas cruzan el río Morava desde Brno.
- 1 de enero: Ocupan Devín y los suburbios occidentales sin resistencia.
- 2 de enero a las 14:00: Entran en el centro de Bratislava, izando la bandera checoslovaca en el Castillo de Bratislava.
Detalles clave:
- No hubo combates: La guarnición húngara, desmoralizada, se retiró sin disparar.
- La población germano-húngara (70% de la ciudad) recibió a los checos con escepticismo.
- Los líderes eslovacos (como Milan Rastislav Štefánik) apoyaron la ocupación como "mal menor" frente al expansionismo húngaro.
Consecuencias: Una Victoria Amarga
La toma de Bratislava tuvo repercusiones contradictorias:
- Para Checoslovaquia: Consolidó su control sobre Eslovaquia (oficialmente anexionada en el Tratado de Trianon, 1920).
- Para los eslovacos: Muchos vieron esto no como liberación, sino como un cambio de amo (de Budapest a Praga).
- Para las minorías: Los 40,000 húngaros y 35,000 alemanes de Bratislava quedaron como ciudadanos de segunda.
Ironía histórica:
- El mismo castillo donde se coronaron reyes húngaros durante siglos se convirtió en símbolo del nuevo poder checoslovaco.
- Bratislava pasó de ser Pozsony (tercera ciudad húngara) a capital regional de una Eslovaquia que no tenía autonomía real hasta 1938.
Legado: ¿Liberación u Ocupación?
Hoy, los historiadores debaten:
- Visión checa: Fue una "unificación necesaria" contra el caos posimperial.
- Visión eslovaca: Fue el inicio de 20 años de dominio praguense (hasta 1939).
- Visión húngara: Una amputación territorial injusta.
Dato revelador: En 1919, solo el 15% de los habitantes de Bratislava hablaba eslovaco. La ciudad no se volvería mayoritariamente eslovaca hasta los años 1950, tras expulsiones de alemanes y húngaros.
"Bratislava era como un barco sin capitán en 1919. Los checos lo tomaron porque nadie más podía pilotarlo"
Historiador eslovaco Ivan Kamenec, 2003.
Reflexión final: Este episodio muestra cómo 48 horas en enero de 1919 redefinieron identidades nacionales que aún hoy generan debates. ¿Fue un acto de autodeterminación o de imperialismo checo? La respuesta depende de qué lado de la frontera se nació.
(Fuentes: Archivos Militares Checos en Brno, "The Making of Central Europe" de Piotr Wandycz, memorias del general italiano Luigi Piccione que supervisó la retirada húngara).
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