En enero de 1949, la ciudad portuaria de Durban, en Sudáfrica, fue escenario de una de las peores olas de violencia racial en la historia del país. Los enfrentamientos entre clientes zulúes y comerciantes hindúes en el mercado occidental de la ciudad desencadenaron disturbios que se extendieron durante varios días, resultando en 75 personas muertas, cientos de heridos y miles de desplazados.
Contexto histórico y social
Sudáfrica, bajo el dominio de la minoría blanca, mantenía una estructura social segregada y profundamente desigual. Aunque el apartheid no se había establecido formalmente (fue institucionalizado en 1948), ya existían políticas discriminatorias que favorecían a la población blanca en detrimento de los demás grupos étnicos.
- Los hindúes en Sudáfrica: Desde finales del siglo XIX, miles de inmigrantes indios llegaron a Sudáfrica, principalmente a Durban, para trabajar en plantaciones de azúcar bajo el dominio británico. Con el tiempo, muchos de ellos lograron mejorar su situación económica, convirtiéndose en comerciantes y empresarios.
- Los zulúes: Eran el grupo étnico africano más numeroso en Sudáfrica y en la región de Natal (donde se encuentra Durban). La mayoría de ellos eran trabajadores pobres, empleados en el comercio, la agricultura o en el servicio doméstico.
- Tensiones económicas y raciales: La creciente prosperidad de la comunidad india generó resentimiento entre algunos sectores zulúes, que consideraban injusto el dominio comercial de los comerciantes hindúes en el mercado local. A esto se sumaban las leyes discriminatorias del gobierno blanco, que fomentaban la división racial y utilizaban la rivalidad entre grupos para mantener el control.
El estallido de violencia
El 13 de enero de 1949, en el mercado del oeste de Durban, un altercado entre un grupo de zulúes y un comerciante indio se intensificó hasta convertirse en una revuelta generalizada. Pronto, miles de zulúes atacaron comercios y viviendas pertenecientes a la comunidad india, saqueando e incendiando propiedades.
La violencia se extendió por varios días:
- Las turbas zulúes atacaron indiscriminadamente a ciudadanos indios, incendiando barrios enteros.
- Los comerciantes hindúes intentaron defenderse con armas improvisadas, pero fueron superados en número.
- La policía sudafricana, controlada por la minoría blanca, tardó en intervenir, lo que permitió que la violencia continuara.
Consecuencias y represión
Tras varios días de caós, el ejército sudafricano intervino, imponiendo el orden con extrema dureza. La represión dejó un saldo de 75 muertos, más de 700 heridos y miles de desplazados.
Las secuelas del conflicto fueron devastadoras:
- Se profundizaron las divisiones raciales: El gobierno utilizó el incidente como justificación para endurecer las leyes segregacionistas.
- Las comunidades hindúes y zulúes quedaron aún más polarizadas, con décadas de resentimiento y desconfianza mutua.
- Durban sufrió grandes pérdidas económicas, ya que el comercio fue gravemente afectado.
Conclusión
Los disturbios de 1949 en Durban fueron un reflejo del tenso clima racial y económico de Sudáfrica en ese momento. La rivalidad entre zulúes e hindúes fue alimentada por un gobierno que se benefició de la división entre grupos, lo que permitió consolidar el sistema de segregación racial que, en 1948, ya había dado paso a la institucionalización del apartheid. Esta tragedia fue una de las muchas que marcaron la historia sudafricana antes de la abolición del apartheid en 1994.
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