El 2 de enero de 1553, en el corazón de Lima, capital del Virreinato del Perú, comenzó oficialmente a funcionar la Universidad de San Marcos en el Convento de Santo Domingo.
Aunque su fundación se había decretado en 1551 por una cédula real del rey Carlos I de España, fue en esta fecha que se puso en marcha su actividad académica, lo que la convierte en la universidad más antigua en funcionamiento continuo de América.
Un faro del conocimiento en tiempos coloniales
La creación de esta casa de estudios no fue un hecho aislado. Formaba parte de una estrategia más amplia del Imperio español para consolidar su dominio en el continente americano no solo a través de la fuerza, sino también mediante la formación de élites criollas y eclesiásticas, la difusión del cristianismo y la transmisión del pensamiento europeo.
Desde sus inicios, San Marcos tuvo como modelo las universidades medievales de Salamanca y Alcalá, y otorgaba grados en Teología, Derecho, Medicina y Artes.
En un mundo donde el saber estaba estrechamente ligado a la religión, su fundación en un convento dominico respondía a la misión evangelizadora de la corona, pero también al deseo de cimentar estructuras culturales duraderas en el "Nuevo Mundo".
Un legado intelectual que trasciende siglos
La Universidad de San Marcos no solo es la más antigua, sino también una de las más influyentes en la historia de América Latina. En sus aulas se formaron pensadores, científicos, escritores y políticos que jugaron papeles clave tanto en el periodo colonial como en los movimientos independentistas del siglo XIX.
Durante la Ilustración y los procesos emancipadores, sus aulas se convirtieron en espacios de debate y crítica. Figuras como Hipólito Unanue o José Baquíjano y Carrillo fueron exponentes de esa nueva generación ilustrada que cuestionaba el orden colonial desde dentro.
De convento a símbolo nacional
Si bien comenzó en el Convento de Santo Domingo, con el paso del tiempo la universidad cambió varias veces de sede, reflejando también los cambios políticos, sociales y urbanos de Lima.
Hoy, su Ciudad Universitaria en la capital peruana alberga una comunidad académica moderna, pero muy consciente de su herencia histórica.
San Marcos es conocida como la “Decana de América”, un título simbólico que no solo alude a su antigüedad, sino a su papel pionero en la cultura universitaria del continente.
¿Por qué importa?
En tiempos donde el conocimiento y la educación siguen siendo campos de disputa y transformación, recordar el nacimiento de la Universidad de San Marcos es reconocer el inicio de una tradición intelectual latinoamericana, que si bien nació bajo el dominio colonial, fue poco a poco gestando su propio pensamiento autónomo.
En resumen, el 2 de enero de 1553 marca el comienzo formal de la educación superior en América Latina. En medio de una Lima colonial y evangelizadora, surgía una institución que con el tiempo se convertiría en motor de pensamiento crítico, identidad nacional y modernidad latinoamericana.
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