En 1935, en Japón, Mokichi Okada, conocido como Meishu-Sama (que significa "Señor de la Luz"), fundó el movimiento Sekai Kyūsei Kyō (Iglesia de la Salvación Mundial). Este evento marcó el inicio de una filosofía espiritual que se expandiría más allá de las fronteras japonesas, promoviendo la salud física, mental y espiritual a través de prácticas basadas en la armonía con la naturaleza y la conexión divina.
¿Quién fue Mokichi Okada?
Nacido en Tokio en 1882, Mokichi Okada tuvo una vida marcada por desafíos personales y experiencias que moldearon su visión espiritual. Durante sus primeros años, enfrentó problemas financieros y de salud, lo que lo llevó a buscar respuestas más allá de las estructuras convencionales de la sociedad japonesa. Estas experiencias lo guiaron hacia un profundo interés por la espiritualidad, el arte y la naturaleza.
En 1926, Okada tuvo una experiencia espiritual que transformó su vida. Según sus relatos, recibió una revelación divina que lo impulsó a dedicarse a crear un mundo más armonioso. Fue entonces cuando empezó a desarrollar las bases filosóficas y prácticas del movimiento que fundaría años después.
Principios del Sekai Kyūsei Kyō
El movimiento Sekai Kyūsei Kyō se basa en tres pilares fundamentales que buscan transformar la vida de las personas y contribuir a la construcción de un mundo ideal:
1. Johrei (Purificación espiritual):
Una práctica central en el movimiento, el Johrei es un método espiritual que implica la transmisión de luz divina para purificar el espíritu de las personas, ayudándolas a superar enfermedades, problemas emocionales y desafíos espirituales. Esta energía se dirige a través de la meditación y la imposición de manos, promoviendo un estado de bienestar integral.
2. Naturaleza y agricultura natural:
Mokichi Okada desarrolló un enfoque innovador de la agricultura que rechazaba el uso de productos químicos y abogaba por métodos naturales. Su filosofía sostenía que una conexión respetuosa con la tierra no solo producía alimentos más saludables, sino que también fortalecía el espíritu humano.
3. Arte y belleza:
Okada creía que el arte tenía el poder de elevar el espíritu y acercar a las personas a lo divino. Fomentó la apreciación de la belleza en todas sus formas, desde la arquitectura y la pintura hasta el diseño de jardines y objetos cotidianos.
Expansión y legado
El Sekai Kyūsei Kyō se expandió rápidamente en Japón y, posteriormente, a nivel internacional. La combinación única de espiritualidad, prácticas de sanación y sostenibilidad atrajo a personas de diferentes culturas y contextos.
Tras la muerte de Okada en 1955, su legado continuó a través de la organización y de los millones de practicantes que seguían sus enseñanzas. Además, la influencia del movimiento se extendió a áreas como la agricultura sostenible y el diseño artístico, dejando una huella significativa en la cultura contemporánea.
Un movimiento espiritual en el mundo moderno
Hoy en día, el Sekai Kyūsei Kyō sigue siendo una fuerza activa, promoviendo valores de armonía, salud y belleza. Los principios de Mokichi Okada resuenan especialmente en un mundo cada vez más preocupado por el equilibrio entre el desarrollo humano y la preservación del medio ambiente.
El año 1935, marcado por la fundación del Sekai Kyūsei Kyō, representa no solo un hito espiritual en la vida de Okada, sino también el comienzo de una transformación para miles de personas que encontraron en sus enseñanzas un camino hacia la plenitud y la conexión con lo divino.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario