En el año 1707, Juan V ascendió al trono de Portugal, marcando el inicio de un reinado que transformaría al país en una potencia cultural y económica gracias al auge del oro brasileño y a su enfoque en la centralización del poder. Coronado tras la muerte de su padre, el rey Pedro II, Juan V gobernó durante más de 40 años, un periodo conocido como la Era del Magnánimo, caracterizado por su esplendor artístico, diplomático y religioso.
Contexto histórico
El ascenso de Juan V se produjo en un momento crítico para Portugal. El país formaba parte de la Guerra de Sucesión Española (1701-1714), un conflicto que redefinía el equilibrio de poder en Europa. Portugal, aliado de Gran Bretaña y Austria, buscaba proteger sus intereses frente a las ambiciones de Francia y España.
Además, las riquezas provenientes de Brasil, particularmente el oro descubierto en Minas Gerais, comenzaban a fluir hacia la metrópoli, configurando una época de prosperidad económica que Juan V utilizaría para consolidar su autoridad y proyectar el poder portugués en el escenario internacional.
Reinado de Juan V
1. Centralización del poder: Juan V fortaleció la monarquía absoluta, inspirándose en el modelo del rey Luis XIV de Francia. Gobernó con una corte fastuosa y una administración centralizada, buscando reforzar la autoridad real frente a la nobleza y el clero.
2. Esplendor cultural:
- Arte y arquitectura: El reinado de Juan V estuvo marcado por una inversión masiva en proyectos culturales, incluyendo la construcción de monumentos emblemáticos como el Palacio-Convento de Mafra, inspirado en el Escorial español.
- Patrocinio artístico: El rey apoyó a artistas y artesanos, promoviendo el desarrollo de las artes en Portugal y financiando importantes obras religiosas y civiles.
3. Relaciones internacionales:
- Diplomacia religiosa: Juan V mantuvo una estrecha relación con el papado, financiando obras en Roma y obteniendo títulos honoríficos para Portugal, como la creación del Patriarcado de Lisboa.
- Alianzas estratégicas: Su política exterior consolidó alianzas con potencias europeas como Gran Bretaña, asegurando la protección de los intereses portugueses en el Atlántico y en Brasil.
4. Economía del oro: Los recursos provenientes de Brasil permitieron financiar su ambicioso programa cultural y militar, aunque también generaron una dependencia económica que afectaría a Portugal en el futuro.
Legado
El reinado de Juan V dejó una huella indeleble en la historia portuguesa:
- Fortaleza cultural: Su mecenazgo convirtió a Portugal en un referente cultural en Europa, destacándose especialmente en música sacra, arquitectura y literatura.
- Consolidación de la monarquía: Juan V fortaleció la figura del rey como símbolo de unidad nacional, aunque su centralización del poder generó tensiones con sectores sociales y políticos.
- Dependencia económica: Si bien las riquezas brasileñas financiaron su esplendor, también llevaron a un debilitamiento de las industrias locales y una dependencia excesiva de los recursos coloniales.
Conclusión
La coronación de Juan V en 1707 marcó el comienzo de un reinado que transformó a Portugal en un faro de esplendor cultural y religioso, consolidando el poder real y dejando un legado arquitectónico y artístico que perdura hasta hoy. Bajo su liderazgo, el reino vivió una era de grandeza, conocida como el Siglo de Oro portugués, aunque no estuvo exenta de desafíos y contradicciones que definirían su futuro.

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