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viernes, 13 de septiembre de 2024

Entrevista a Camila Zambrano

1)Quien es Camila Zambrano?


(0:00) Bueno, esta pregunta es la más difícil de responder, realmente creo que ni en (0:04) terapia me he hecho esta pregunta, de quién es Camila Zambrano. Me definiría (0:09) como, o de realidad diría que es una mujer valiente, que está próxima a (0:14) recibirse de profesora de Historia en la Universidad Nacional del Sur, que creció (0:18) en una casa de padres muy trabajadores, que le han dado todos sus hijos para que (0:24) tengan una educación de calidad y a quienes les debo mucho, y todo (0:31) prácticamente lo que soy. Una mujer que tiene los pies sobre la tierra, entiende (0:36) la educación y el profesorado, los profesorados o los roles docentes (0:42) de una manera.
Una mujer que cree fuertemente en la democratización del (0:48) conocimiento y que cree fuertemente que nadie puede caerse del sistema (0:53) educativo, absolutamente nadie, y que nuestra tarea como docentes es un poco (0:59) ir hacia ese lugar, que nadie se caiga del sistema nunca más. (1:04) Lamentablemente, bueno, obviamente uno ve alrededor que eso no sucede efectivamente, (1:09) pero bueno, yo creo que desde las aulas se pueden transformar muchísimo la vida (1:14) de muchas personas. Esto lo digo por experiencia propia, ha sucedido, (1:18) pero que tiene esas premisas.
Me parece que soy una mujer que cree (1:24) muchísimo en la justicia social y me parece que la democratización del (1:29) conocimiento y poder llegar a ciertos lugares a donde la educación a (1:34) veces no llega, es una forma de justicia social. Pero bueno, creo que es un poco (1:38) más o menos a grandes rasgos, la verdad que no quiero seguir, no sé, porque me (1:43) parece también como que caería en cosas muy narcisistas y si sigo (1:47) hablando y la verdad que no quiero, pero a grandes rasgos es un poco eso. (1:52) Yo diría el qué y el quién.

2)Que te llevo a estudiar historia?


El quién tuvo mucho que ver en la decisión final de estudiar la (1:56) carrera de historia, pero en el qué te puedo decir que yo crecí en una casa muy (2:01) política, muy política. Mi casa siempre se debatió sobre política, siempre se (2:05) habló sin eufemismos, siempre se leyó mucho, siempre se invitó mucho a la (2:08) reflexión y eso tuvo mucho que ver. Otra cosa que tuvo mucho que ver es que yo (2:12) viví el 2001, yo tenía nueve años cuando pasó el 2001, 9, 8, 9 años y lo (2:18) recuerdo perfectamente bien, pero lo recuerdo perfectamente bien porque mis (2:22) padres no nos hicieron los tontos con lo que estaba pasando, no miraron para otro (2:27) lado con lo que estaba pasando, sino que nos explicaron lo que estaba pasando y (2:31) obviamente el impacto en casa se vio y yo de muy chica y muy rápido entendí (2:36) que todo, todo lo que sucede a nivel nacional, porque incluso también pasaba (2:41) esto, como yo crecí en la ciudad de Punta Alta, en ese momento siendo niña, (2:47) pensemos una niña de nueve años, yo pensaba que lo que estaba pasando allá lejos, (2:50) que era en Capital, no iba a tener impacto en Punta Alta.
No, sí efectivamente lo (2:54) tuvo y ahí entendí muy rápido y de muy chica y muy de golpe que lo que sucede a (3:00) nivel nacional o las decisiones políticas que se toman en otra parte del (3:04) país, como es Buenos Aires, sin duda te impactan en tu vida personal, familiar, (3:10) impactan la vida de cada argentino y argentina. Bueno, eso lo aprendí de muy (3:14) chica y muy rápido y eso fue duro de aprender. Después obviamente eso queda (3:18) latente y después de grande empiezas a pensar, bueno, pero por qué se llega a esta (3:22) situación, qué está pasando, tiene que haber algo más, tiene que... y ahí (3:27) aparece la historia, pero la historia no aparece sola y por eso hoy me voy a (3:32) El Quién, aparece la mano de Felipe Piña.
Felipe Piña hace un programa muy (3:36) interesante, si no me equivoco creo que en el año 2006, pero creo que era en el 2006, que (3:42) Hacen Algo Gran Hecho, con María Pergolini. Yo ese programa lo vi y ahí me di cuenta (3:47) no solamente de que podías tener respuestas sobre lo que yo me venía (3:51) preguntando hacía muchos años, sino también me di cuenta de que la historia (3:56) puede ser maravillosa y puede ser contada desde otro lugar. Y me parece que a veces (4:00) somos un poco injustos con Felipe Piña, dentro digamos de la academia se es (4:05) muy injusto con Felipe Piña, a veces se le critica mucho y realmente yo no lo (4:11) critico porque yo le debo haber elegido esta ciencia, le debo haber elegido, (4:16) le debo mucho haber elegido la docencia también y me parece que no hay que (4:21) ser ingratos en esa situación.
Somos muchos los que elegimos la carrera de (4:25) historia gracias a él. Él fue una fuerte influencia en nuestra pre-adolescencia y (4:30) adolescencia. Yo los libros de Felipe Piña los leí de adolescente y realmente para (4:35) mí fue el que me ayudó a tomar la decisión final de estudiar historia.
Así (4:40) que creo que eso es un poco el que me llevó. Me llevó un poco la vida personal pero (4:46) también me llevó la divulgación histórica que hizo Felipe Piña. Realmente él fue una (4:51) gran influencia en ese sentido.
Bueno la experiencia un poco me la busqué, esa fue (4:55) la realidad. Yo cuando, yo tuve un familiar que tuvo la oportunidad de dar (5:00) clase en Buenos Aires, específicamente en Florencio Varela, en una unidad (5:04) pre-intencional de Florencio Varela, da clase y me cuenta su experiencia. Una (5:08) experiencia que a mí me deja completamente impactada.


3)Como fue tu experiencia dando clases en un contexto de encierro?

Todo esto antes (5:11) de arrancar la carrera de historia yo, ¿no? Y a mí esa experiencia siempre me había (5:14) quedado como resonando en la cabeza. Yo cuando me anoto en la carrera de historia me (5:17) anoto solo en la licenciatura, no me anoto en el profesorado. Un error de (5:21) juventud fue ese también.
Y yo a la mitad de la carrera me empiezo a dar cuenta que (5:25) la licenciatura no caminaba ni para atrás ni para adelante, que no iba a ningún (5:28) lugar. Por miles de motivos que no vienen al caso ahora, no importan, pero me empiezo a (5:33) dar cuenta que no voy a tener un lugar ahí. Entonces empieza a resonar cada vez (5:38) más fuerte esta idea de dar clase en contextos de encierro, que me parecía (5:43) interesante.
Un poco empiezo como a explorar ahí, ¿no? Como empiezo a pensarlo (5:48) cada vez más fuerte, cada vez más decidido. Y después en unas charlas, varias (5:52) charlas con amigos, con familiares, etcétera, me empiezo a dar cuenta que en (5:56) realidad lo mío era más el profesorado que la licenciatura. Entonces yo a la (6:02) mitad de la licenciatura la dejo por completo y en un acto personal y (6:07) político, y digo político porque ahora tiene una justificación de por qué lo (6:12) digo así, me anoto en el profesorado en historia.
¿Por qué político? Porque en el (6:16) leitmotiv por el cual yo me anoto en el profesorado es, me voy a anotar en el (6:20) profesorado para algún día poder dar clase en contextos de encierro. Cuando yo (6:24) llego a la práctica docente integradora, que es la que nos hace, nos inserta en (6:30) las instituciones para poder realizar nuestras prácticas de profesorado, (6:33) primer día de clase yo le pido a las docentes a cargo de la materia si no me (6:37) podían habilitar el hecho de, bueno, en lugar de hacer mis prácticas en un (6:41) colegio afuera, si no podía hacer una práctica dentro de la escuela de la (6:47) unidad penitenciaria 4. Ellas me dicen que no, que no se hacía más eso, pero me (6:51) recomiendan un proyecto de extensión con el que cuenta la Universidad Nacional del (6:55) Sur que se llama educar para reinsertar, en donde se piden voluntarios para dar (7:01) clase en la carrera de audacía que se dicta dentro de la unidad penitenciaria (7:05) 4 de Floresta y en la unidad penitenciaria 19 de Saavedra. Bueno, me (7:09) anoto en este voluntariado educar para reinsertar y doy clase de historia (7:14) constitucional en la unidad penitenciaria 4. La experiencia fue (7:18) realmente buscada y deseada, además fue una experiencia docente junta, de golpe, (7:24) porque yo estaba en paralelo haciendo mis prácticas en el secundario, por la (7:29) práctica integradora, docente integradora, y en parte en el (7:33) voluntariado educar para reinsertar.
O sea, eran dos aulas completamente (7:39) distintas, similares entre sí también, pero una experiencia docente fuerte, de (7:44) golpe, lunario, fue realmente muy enriquecedora, muy formadora. (7:50) Y también me pasó esto, cuando ingreso, la primera vez que tengo que dar mi primera clase en la (7:56) unidad penitenciaria 4, yo durante los días previos antes de ir a dar mi (8:02) primera clase, ya recuerdo pensar y decir ¿habré elegido bien? y a mí había algo (8:07) interno que decía, sí, siempre quisiste esto, siempre quisiste dar clase en (8:11) contextos de cierre. ¿Por qué dudar ahora? Pero claro, el cerebro a veces juega (8:17) en contra, porque como la experiencia ya está ahí, a dos pasos de ser cumplida, (8:22) medio que el cerebro empieza a dudar ahí, pero no sé, y había algo interno, adentro, que me decía (8:27) no, no, es el lugar donde vos querés estar, vos quisiste, vos te anotaste por (8:32) esto en el profesorado.


4)Como cambio en tu manera ver la docencia esa experiencia?

Cuando yo ingreso a la penitenciaría, y estoy (8:37) haciendo todos los procedimientos para poder efectivamente ingresar a la (8:40) escuela, y empezar a dictar mi clase, yo todo el tiempo pensaba, me decía a mí (8:45) misma, estás donde tenés que estar. Me pasó eso, me pasó de, no es que entré y (8:50) estaba arrepentida, no, no, no, entré segura, convencida y fue algo, fue algo (8:56) maravilloso. Me pasó, en el secundario no me pasó así, cuando ingresé, empecé a (9:02) hacer mis observaciones en el secundario, no me pasó tan así, la experiencia medio (9:05) que, medio que la experiencia la fui como, o en realidad, la seguridad la fui (9:10) agarrando a medida que fui observando el aula, habitándola con los chicos, etcétera, (9:15) y fue una experiencia maravillosa, mis prácticas en la escuela, en la escuela 24, (9:21) fue realmente, fue hermosa, yo me divertí y la pasé muy bien, y los chicos me (9:27) recibieron muy bien, y la docenta cargó el curso también, y mis prácticas me fue (9:30) muy bien, y estuvo todo perfecto, pero a mí me costó como agarrar ritmo ahí, no, en (9:36) cambio en la penitenciaría no me sucedió eso, yo entré a la penitenciaría segura (9:41) de decir, este es el lugar donde yo tengo que estar, acá es, esto es, no, después en (9:47) paralelo, porque fue todo en paralelo eso, en paralelo con la escuela 24 me pasó lo (9:51) mismo, en un momento yo dije, bueno el aula es mi lugar, evidentemente yo tengo (9:55) que estar en aula, y eso fue maravilloso, fue reafirmar el (10:00) leitmotiv por el cual yo me anoté en el profesorado en historia, y descubrí algo (10:05) nuevo también, que fue descubrir, bueno, las escuelas secundarias también son mi (10:10) lugar, y bueno, eso fue un poco la experiencia, realmente fue una (10:13) experiencia recontraenriquecedora, obviamente no deja de tener las (10:18) tensiones propias que tiene una una cárcel, por supuesto, en donde uno es (10:23) distinto a un colegio secundario común y corriente afuera, obviamente uno cuando (10:28) ingresa a la penitenciaría pasa por cierto tipo de controles, nada, vas todo (10:32) el tiempo acompañado hasta la escuela, pero después adentro del aula, con mis (10:38) alumnos, realmente ha sido una experiencia maravillosa, y ha sido una (10:42) experiencia sumamente enriquecedora, sobre todo también porque había siempre en las (10:49) conversaciones, o en los debates que se armaban en clase, la experiencia fue una (10:53) experiencia muy retroalimentadora para mí, yo aprendí muchísimo de esa (10:57) experiencia en la penitenciaría, y también me di cuenta, porque también lo (11:01) vi en la reacción de compañeros cuando yo comentaba que estaba dando clase en la (11:05) penitenciaría, que no, yo no quiero, no, yo no, y o sea, ahí te das cuenta que no todo el (11:11) mundo lo hace, yo ahí un poco también bajé a mí, porque yo estaba como muy de que (11:15) todos tenemos que dar clases en la cárcel, y ahí después te empezás a dar cuenta de (11:19) que no, que en realidad no todo, no es para todo el mundo, no todo el mundo, esto (11:23) también lo charlábamos con una docente, ella me decía, no todo el mundo está (11:26) preparado para esa situación, y a mí me pasó que yo parecía que, no sé, (11:32) que había estado preparada toda la vida para hacerlo, y yo realmente me sentí muy (11:36) cómoda, no tuve prácticamente nervios cuando ingresé, y realmente fue (11:40) una experiencia transformadora, realmente fue transformadora, y me hizo entender (11:45) mucho mejor la docencia.
No sé si cambió mi manera de ver la docencia, quizás (11:49) reafirmó cosas, por ejemplo, una premisa que yo tuve después de haber revisado (11:52) mi biografía escolar a medida que fui transitando al profesorado, fue, bueno, yo (11:56) no quiero ser una docente soberbia, yo hice el famoso EGB, el séptimo octavo y (12:00) noveno, y tuve docentes innecesariamente soberbios, realmente, y a mí eso fue algo (12:06) que me dejó muy marcada, entonces yo siempre dije, bueno, yo no quiero ser esta (12:09) docente, no quiero ser una docente soberbia, y si bien uno sale con el título (12:14) de profesor, y tiene todo el contenido pedagógico, tenés todo el contenido de (12:18) disciplina, quizás a veces uno no se da cuenta que en realidad uno no se termina (12:21) de formar como docente nunca, todo el tiempo estás aprendiendo, y parte de ese (12:25) aprendizaje que uno tiene como docente, te lo terminan dando a los chicos, los chicos (12:29) en el aula, te terminan enseñando muchísimo sobre docencia, y ahí está, en (12:33) uno, quitarse esa soberbia de encima, de decir, no, yo soy profesor, entonces a mí (12:38) nadie me va a venir a decir como yo, a veces los chicos tienen mucho para decir (12:42) y tienen mucho para aportarte, entonces yo cuando ingresé a dar clase tanto en la (12:47) penitenciaría, como cuando hice mis prácticas en su momento en la escuela 24, (12:51) yo fui abierta a eso también, a decir, bueno, yo estoy en el último tramo de mi (12:55) formación docente, perfecto, ¿qué tienen para aportarme mis alumnos? los que ahora (13:01) van a ser mis alumnos en este tiempo, no, en este año, muchísimo, porque me llevo (13:05) una experiencia completamente enriquecedora, y me parece que en (13:09) realidad uno tiene que llevarse una formación nueva en cada aula nueva que (13:13) va pisando, para mí eso es un poco clave, entiendo y pienso la docencia desde ese (13:18) lugar, entiendo que la docencia, uno nunca se termina de formar, realmente estás todo (13:22) el tiempo formándote, y las escuelas en las cuales ingresas, los contextos de (13:27) encierro en los cuales estás dando clase, son todos diferentes, todos distintos y (13:33) todos te forman, todos te vuelven, ojalá, un mejor docente. Bueno, como reflexión (13:37) final, quiero decir un par de cosas, quizás un poco utópicas, quizás un poco (13:42) idealistas, pero bueno, es lo que es lo que yo creo y es lo que yo pienso y está (13:46) relacionado con el contexto actual y con la docencia también, que es que estamos (13:50) viviendo una época muy dura, en donde uno ve que parece que grita fuerte, tiene (13:55) razón y eso es terrible, en donde el que piensa distinto se lo descalifica


5)Alguna reflexión


(14:00) diciéndole todo tipo de agravios, entre esos por ejemplo que es un burro, como se (14:05) ha escuchado decir varias veces desde las altas esferas del estado, entonces ahí (14:10) hay un desafío, porque si bueno, uno como docente que está todo el tiempo en el (14:14) aula, promoviendo el diálogo democrático, le escucha respetuoso al compañero, que se (14:18) respeten las palabras, que uno le dice a los chicos, si ustedes van a debatir hay que (14:22) debatir con argumentos y de forma respetuosa, en donde insiste en la (14:26) construcción colectiva del conocimiento, en donde insiste que haya empatía dentro (14:29) del aula, de repente te encontrás con un estado que grita, descalifica y es (14:33) violento verbalmente. Bueno, yo pienso que no hay que aflojar, que hay que seguir (14:38) insistiendo en este diálogo, que hay que seguir insistiendo en la empatía, en la (14:41) construcción colectiva del conocimiento.
Ya de por sí nos están violentando (14:48) simbólicamente, verbalmente, económicamente y políticamente también, no, por (14:50) supuesto, pero sobre todo eso. Y no hay que permitir que esto entre de lleno al (14:54) aula. Quizás en algunas aulas exista, algún docente me diga, uy, mi aula pasa esto, que se yo, (14:59) yo ya no lo puedo controlar porque se filtró y todo.
Bueno, busquemos las (15:02) herramientas para salir de eso, salir de eso porque sabemos y tenemos ejemplos (15:07) históricos comprobados de que la violencia no puede escalar, no puede (15:10) escalar bajo ningún punto de vista, ni verbal, ni física, ni política, ni simbólica, (15:16) no puede escalar, no puede escalar y esto los chicos lo tienen que (15:20) entender y lo tienen que saber y se lo tenemos que, se los tenemos que (15:24) demostrar todos los días, sobre todo nosotros como adultos. Así que bueno, no (15:27) sé, esta es una pequeña reflexión, la verdad que no sé si es una (15:31) reflexión brillante, pero es una reflexión y es lo que creo de lo que (15:35) está sucediendo. Por supuesto no puedo ser ajena a lo que pasa y a lo que estamos (15:39) viviendo porque me parece clave y fundamental porque nuestros chicos viven (15:43) en esto, ven y a veces lo llevan al aula.
Entonces eso hay que evitar que se siga (15:48) filtrando dentro de las aulas, hay que volver a fortalecer los lazos sociales (15:52) que están intentando romper con la violencia verbal, simbólica y política (15:56) que están intentando o que están ejerciendo en realidad.







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