Hendrick Goltzius nació en 1558 en Bracht, cerca de Venlo, en lo que entonces era el Ducado de Jülich y hoy forma parte de Alemania. Su familia se trasladó a Duisburgo cuando él tenía apenas tres años.
Su padre, un modesto artesano de vitrales de apellido Goltz, le enseñó a pintar sobre vidrio, una habilidad que sería su puerta de entrada al mundo del arte. Más adelante, se formó en el arte del grabado con Dirck Volckertszoon Coornhert, un influyente humanista neerlandés, con quien se mudó a Haarlem en 1577.
Desde sus primeros años, Goltzius mostró una extraordinaria habilidad técnica, a pesar de una grave lesión sufrida en su niñez: su mano derecha quedó deformada tras un incendio, con los dedos encorvados.
Esta discapacidad, paradójicamente, se convirtió en una ventaja, ya que le permitió ejercer una presión única sobre el buril y dominar con maestría el giro de las líneas. A los 21 años, se casó con una viuda adinerada, lo que le permitió abrir su propio taller en Haarlem y romper así el monopolio de Ámsterdam en la producción de estampas.
Su carrera artística puede dividirse en dos etapas. En la primera, desarrolló un estilo manierista exuberante e influido por artistas como Bartholomeus Spranger y Miguel Ángel. En 1590, un viaje a Italia marcó un punto de inflexión en su vida y obra.
Visitó Roma, donde estudió a fondo a los grandes maestros del Renacimiento, como Miguel Ángel, Rafael y Polidoro da Caravaggio. A su regreso en 1591, con la salud mejorada, su estilo evolucionó hacia un clasicismo más contenido, como se refleja en su serie "Las nueve Musas" de 1592.
Goltzius fue un grabador extremadamente versátil y prolífico. Destaca su serie de medias figuras de Cristo y los apóstoles (El Credo, 1589), y también su célebre serie de grabados conocidos como los "Meisterstiche", en la que imitó a seis grandes maestros, entre ellos Durero, Tiziano y Lucas van Leyden.
Sus temas fueron variados: religiosos, mitológicos y retratos. Uno de los más llamativos es el retrato del niño Frederick de Vries (1597), montado sobre un perro de caza con una paloma en la mano, donde los animales actúan como símbolos de fidelidad y vigilancia.
A medida que envejecía, sus facultades físicas se redujeron, por lo que delegó parte del trabajo en su taller, en manos de discípulos como Jacob Matham y Jan Saenredam.
En respuesta a la creciente demanda de pintura sobre grabado, Goltzius se dedicó también al óleo. Si bien no logró alcanzar la misma excelencia que en el grabado, dejó obras interesantes como "Júpiter y Antíope", conservada en el Museo Frans Hals, aunque posteriormente restituida por haber sido expoliada por los nazis.
Además, su destreza como dibujante quedó patente en los llamados pen-werken, minuciosos dibujos a tinta, a menudo coloreados, destinados a coleccionistas. En varios de ellos ilustró un refrán local: "Sin comida y vino, el amor se apaga."
En 1600, fundó en Haarlem la primera academia de arte de los Países Bajos, centrada en el estudio del cuerpo humano y de las estatuas clásicas. Hendrick Goltzius falleció en 1617, justo cuando el estilo naturalista de Rubens comenzaba a dominar en Flandes y ponía fin al manierismo.
No obstante, su legado fue duradero: sus estampas siguieron influyendo incluso en artistas españoles del siglo XVII, como Murillo y Zurbarán, que se inspiraron en sus composiciones para resolver escenas complejas.
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