Aquí se abordaran las problemáticas vinculadas al arte contemporáneo entre 1945 y el presente.
En este resumen nos vamos a dedicar a reflexionar sobre la crisis de la idea de modernidad. Es importante comprender que el carácter de este texto tiene una gran carga conceptual, introducir una nueva categoría que es la categoría de arte contemporáneo.
Una categoría que es equivalente a la categoría de arte moderno, que construimos a partir de los análisis de las prácticas artísticas que van desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX.
Es decir, que dentro de esa gran categoría ubicábamos, una serie de prácticas sumamente diversas que van a abarcar desde el Romanticismo hasta el Dadaísmo por ejemplo, y que a mediados del siglo XX, esa categoría va a entrar en crisis.
Intentar es explicar cómo se produce la crisis de la idea de arte moderno, que está íntimamente ligada a la crisis de la idea de modernidad, y de qué manera emerge una nueva noción que permite comprender las prácticas artísticas que van desde mediados del siglo XX hasta el presente que es la idea de arte contemporáneo.
Esta idea de arte contemporáneo se va a ir forjando en diálogo con las prácticas y va a tener que ver con un cambio en las concepciones y en las acciones de los sujetos del campo artístico, que va a ir desarrollándose gradualmente.
Hay algunos rasgos de lo contemporáneo en el arte desde mediados del siglo XX, pero esta categoría se va a erigir en hegemónica en el campo artístico internacional recién en los años 80.
Es decir, tenemos que tener en mente tanto la dimensión conceptual de la que estamos hablando cuando decimos arte contemporáneo, dentro de eso encontramos una serie diversa de prácticas, como esta dimensión histórica, temporal, cronológica que va desarrollándose de distintas maneras en distintos contextos.
Tambien, acaba de constituirse en forma hegemónica como nos dice Andrea Giunta recién a finales del siglo XX. Ubicarnos en nuestra recta de tiempo y señalar algunos hechos, algunos episodios históricos e importantes que van a tener honda influencia en los rasgos de la cultura y las artes desde mediados del siglo XX hasta el presente.
El hecho fundante de estos tiempos contemporáneos va a ser la finalización de la Segunda Guerra Mundial, este proceso que implicó la intervención de los principales países del mundo, que estaban vinculados por distintas formas en el dominio cultural, económico y político.
Dos hechos tenemos que destacar porque son sumamente importantes en este marco, uno de ellos es el genocidio judío, es decir, en la práctica por la cual Alemania y los países que van siendo ocupados por Alemania en el marco de su ambición expansionista, en el marco de esta guerra, van a generar una serie de dispositivos de exterminio de la población, especialmente de la población de origen judío pero también de algunas minorías étnicas y culturales.
En el marco del cual se va a producir lo que se ha denominado la shoá, el holocausto, el genocidio. Un hecho que es importante porque va a implicar la situación según la cual, uno de los países más desarrollados del mundo que era Alemania.
Con un desarrollo no solamente económico, sino fundamentalmente científico, tecnológico, filosófico, va a ser capaz desde esa armazón racional tan desarrollada y tan propia de la modernidad de generar una maquinaria de exterminio que se llevó seis millones de personas.
Otro hecho es las bombas atómicas arrojadas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, que también van a implicar una enorme catástrofe en términos poblacionales, es decir, en términos de la población civil que habitaba esos territorios, población no militar sino gente común que estaba habitando sus territorios y que en el contexto de la guerra va a sufrir un ataque nuclear, también producto del enorme desarrollo científico siglo XX.
Que, lejos de llevar a una situación de progreso o de avance, de mejoramiento de las condiciones de vida, va a llevar a una enorme catástrofe que va a ser este bombardeo. Entonces tenemos dos episodios en el marco de la guerra que van a implicar un llamado de atención acerca de adónde conduce el desarrollo científico-tecnológico y el desarrollo de la razón.
Por otro lado, otro hecho determinante y vinculado la Segunda Guerra Mundial, es que el gran ganador de esa contienda va a ser EE.UU., no sólo porque va a intervenir en la guerra y va a ser una piedra clave para lograr ese triunfo (aunque aquí también juega un importante rol la Unión Soviética), sino porque al terminar la guerra EE.UU. se va a erigir en definitivamente frente a una Europa arrasada en el líder del bloque capitalista.
En el líder del conjunto de países que han optado por el sistema capitalista y que van a desplegarse especialmente en el mundo occidental. Nos vinculamos al segundo de los elementos de nuestra recta de tiempo que es la noción el concepto de Guerra Fría.
A partir de la segunda guerra mundial, tendremos dos grandes potencias enfrentándose: EE.UU. como líder del bloque capitalista y la Unión Soviética como un líder del bloque socialista.
En 1917, tiene lugar la Revolución rusa que va a implicar el establecimiento de un sistema alternativo al capitalismo, que va a tener como horizonte una sociedad sin clases y que va a proponer un modo de vida completamente y radicalmente diferente, no solamente en Rusia, sino por vía de la expansión de ese proceso revolucionario y de la expansión de la construcción de la unión de repúblicas socialistas soviéticas.
Va a implicar que gran parte del mundo asuman un funcionamiento de carácter socialista, opuesto al capitalismo. Entonces, lo que tenemos a partir del final de la Segunda Guerra Mundial es que el mundo queda dividido en un bloque socialista y un bloque capitalista, liderado por estos dos países, jefes de bloque, de un lado EE.UU. y del otro la Unión Soviética.
¿Por qué hablamos de guerra fría? Porque estos bloques van a estar en constante tensión hasta la desaparición de la Unión Soviética, que se produce recién a finales del siglo XX. Es decir van a ser más de 40 años de tensión entre estos dos bloques, que no van a tener un enfrentamiento bélico declarado y abierto en ningún momento entre sí.
Pero que van a estar en permanente posibilidad de tenerlo, y van a existir en algunos territorios periféricos (no en esos dos países centrales), una serie de enfrentamientos.
Va a implicar también una competencia entre estos bloques, es una competencia en todos los ámbitos por ejemplo, en el ámbito de la carrera espacial.
Estos mismos van a estar compitiendo por desarrollar la mayor tecnología para alcanzar el dominio o el mayor conocimiento, el dominio de los territorios extraterrestres (aquello que se pueda conocer y controlar), en este marco se da en principio la llegada del hombre a la luna, que se enmarca en ese proceso de la carrera espacial.
También hay un correlato en una carrera armamentista, ambos bloques disputan e intentan ser aquellos que están mejor armados, obviamente va a haber una gran disputa en el ámbito cultural.
La idea de que existía una alternativa, conocieran y supieran de la posibilidad de que existía otro bloque con el cual alinearse y otro modelo de vida, otro modo de vida alternativo desde el cual funcionar, va a generar un malestar que se va a manifestar en los distintos bloques.
Especialmente a partir de finales de los años ´60. Tanto en el bloque soviético como en el bloque capitalista, van a producirse distintas manifestaciones populares que son la expresión de movimientos sociales que están cuestionando las bases del statu quo.
Que van a plantear enormes preguntas y cuestionamientos, no solamente en el modo teórico, sino desde la práctica y en algunos casos, a partir del uso de armas y de la constitución de movimientos políticos y militares revolucionarios.
Van a manifestar un malestar en esos bloques, siendo algo típico de la Guerra Fría, en donde hay grandes convulsiones sociales en distintas partes del mundo, especialmente en Latinoamérica.
Esto va al lugar también al hecho de que, en Latino-américa se establezcan una serie de dictaduras que van a intentar acallar estos movimientos revolucionarios.
A mediados de los ´70, se va a producir una importante crisis en el bloque capitalista que es la crisis del petróleo, que va a implicar la suba del precio el barril de petróleo.
Esto produce una desestabilización del sistema económico y se ponga en crisis el modelo de los Estados de Bienestar. Este capitalismo exitoso posterior a la Segunda Guerra Mundial, en el cual se verifica una expansión del sistema capitalista en el bloque homónimo y, un periodo de gran crecimiento económico, va a entrar en una profunda crisis a partir de mediados de los años 70.
Este hecho es importante porque va a dar lugar a la gestación de una serie de teorías y prácticas económicos y políticas que vamos a denominar neoliberalismo, que van a implicar la reacción del sistema del capitalismo, frente a una coyuntura de crisis y frente a los enormes cuestionamientos que estaban surgiendo desde los distintos movimientos sociales.
Es decir que desde mediados de los 70’, nos encontramos en una nueva fase neoliberal que en definitiva, nos caracteriza hasta el presente.
A finales de la década del ´80, se produce el resquebrajamiento de la Unión Soviética que entra en crisis por distintos problemas internos, acaba disgregándose y va a desaparecer el bloque comunista, a partir de ahí hablamos entonces de la hegemonía del bloque capitalista.
Ese capitalismo que había estado en crisis desde los 70’, se ve fortalecido por la caída de ese otro bloque alternativo y entramos en este periodo en la historia.
En el cual se produce el "definitivo triunfo" del capitalismo, que algunos teóricos van a llamar el fin de la historia, como si ya no hubiera más alternativa, y de alguna manera ese es el momento en el cual nos encontramos en el presente.
Hacemos una síntesis muy apretada y estamos intentando comprender los sucesos que acontecen en estos últimos 70 años desde una mirada amplia, que nos permita, a su vez, construir los rasgos centrales de la cultura global en este tiempo.
Vamos a referirnos, ahora a una serie de fenómenos de índole cultural, tecnológica, económica y política que van a ir definiendo los rasgos de este mundo contemporáneo y que van a ser definitorios en la crisis de los valores de la modernidad.
Todos estos procesos también se sitúan, de alguna manera, a mediados del siglo XX y van teniendo un desarrollo que, en algunos casos, persiste hasta el presente.
El primero de los aspectos, es la crisis de la familia tradicional y el protagonismo de los jóvenes. De hecho la Segunda Guerra Mundial tiene mucho que ver en esto, las condiciones generadas por la SGM a partir de la idea de los hombres al frente de batalla, fue uno de los factores entre otros que van a implicar el ingreso masivo de las mujeres al mundo del trabajo.
Que se va a relacionar también con la visibilidad cada vez mayor del movimiento feminista, es decir, que vemos a la mujer emergiendo de su rol tradicional hacia las posiciones del trabajo y la política.
Esta transformación del rol de la mujer, debido a su protagonismo en las tareas de crianza y su tradicional asociación al ámbito de lo privado y de la familia, va a implicar un signo de la crisis del modelo de familia tradicional y en definitiva, de los valores del patriarcado.
Entendido como una ideología, una cosmovisión que al menos en el mundo capitalista ha marcado la preeminencia de los varones sobre las mujeres y cualquier otra disidencia.
Esos valores tradicionales y patriarcales, vinculados al ámbito familiar van a empezar a ser cuestionados y aquí tenemos algunos fenómenos característicos típicos de la década del ´60 que muestran esto desde la emergencia de la píldora anticonceptiva.
Esto implicó la libertad de las mujeres en relación a la decisión acerca de sus propios cuerpos, hasta los cambios en la moda y fenómenos de distinta índole que van a marcar que esta nueva posición de la mujer.
Asociada a la crisis de los valores tradicionales, especialmente patriarcales y vinculados a la familia. Esto es un fenómeno que se inicia a mediados del siglo XX y que continúa en un derrotero hasta el presente.
Otro de los elementos es el protagonismo de los jóvenes desde mediados del siglo XX, los jóvenes se van a constituir también en una categoría política y también en un nicho de mercado importante.
Van a ser los nuevos actores sociales que van a tomar un gran protagonismo. Jóvenes que van a asociarse a una crisis de los modelos tradicionales, que van a esgrimir nociones completamente diferentes a la generación de sus padres.
Estos jóvenes que emergen y que hoy nos parecen tan claramente como un sujeto político y económico de relevancia, tuvieron su emergencia también a mediados del siglo XX, de la mano de los avances en la alfabetización que, por vía del acceso a mayor educación, van a ir generando condiciones para que estos jóvenes tengan voz y también sean los portadores, tanto de tendencias de consumo como de ideologías.
Que los van a poner en un primer plano y los van a señalar como protagonistas. Estos fenómenos, la creciente independencia de las mujeres y la emergencia de los jóvenes como sujeto político y económico, van a marcar el cambio fundamental y que caracteriza a nuestro mundo contemporáneo hasta el presente.
Las bases del desarrollo de una cultura de masas estaban sentadas desde el principio del siglo XX, cuando comienza a difundirse definitivamente el cine, la radiodifusión, la prensa escrita, diferentes tecnologías que van a permitir un consumo cultural masivo, que va a tender a ser homogéneo y estandarizado y que se va a extender en enormes territorios e incluso mucho más allá de las fronteras de los estados nacionales.
La cultura de masas va a ser un vehículo para la internacionalización de la cultura hegemónica, de modo tal que, por vía de los avances en el cine, en la radio, posteriormente en la televisión, se va a hegemonizar un modo de vida, se va a masificar un tipo de consumo y un contenido cultural.
Una identidad que tiene que ver fundamentalmente con las culturas que están funcionando de un modo económico, particularmente la cultura norteamericana.
Esta cultura de masas va a entrar en disputas y de alguna manera, va a arrasar; va a atravesar las culturas populares locales, en la medida que se van expandiendo estas industrias culturales y van llegando a distintos territorios.
En este punto, tanto el proceso de masificación de la pintura como el protagonismo de los jóvenes, están en íntima articulación.
El fenómeno del rock and roll, en la cultura juvenil y de qué manera se ha producido una identificación de los jóvenes de distintas partes del mundo con los rasgos de esa cultura, que es la cultura del rock que está gestada en los EE.UU.
Que ha recibido distintos tipos de apropiación en los distintos territorios, pero que contiene elementos de esa cultura norteamericana, ademas contiene elementos de la cultura plebeya y popular yanki.
Es decir que, el protagonismo de los jóvenes y la idea de cultura de masas están íntimamente ligadas en estos años ´60.
En realidad es un proceso de la masificación de la cultura que a través de distintos estadios y con distintos anclajes territoriales, también nos sigue atravesando hasta el presente.
Otros fenómenos tienen que ver con, al igual que el fenómeno de la masificación de la cultura, con importantes cambios tecnológicos, pero en este caso con una gran influencia en el ámbito económico, aunque también cultural.
El primero de estos procesos es la llamada revolución verde a mediados del siglo XX, se produce una enorme transformación tecnológica que modifica las prácticas agrícolas, que modifican las posibilidades de producción de alimentos, de modo tal de generar una dependencia respecto de la tecnología.
Se pasa de métodos (en todo el mundo prácticamente) tradicionales de producción de alimentos, a métodos industrializados, atravesados por el cambio tecnológico y además, esto va a implicar un proceso de abandono del campo hacia la ciudad.
Por vía de esta enorme transformación tecnológica que permite el aumento de la producción y que modifica radicalmente las prácticas agrícolas, se va a producir un enorme flujo de población que se va a trasladar del campo a la ciudad.
Citando a Hobsbawn, él nos dice que hasta este momento, el 80% de la población continúa viviendo de modo casi medieval, en términos de que vivía en el campo y bajo formas tradicionales.
A partir del siglo XX, esto se verifica también en la Argentina, se producen grandes procesos de migración y urbanización, al punto que en el presente el índice de urbanización es altísimo, es un fenómeno que también no se ha detenido nunca, pese a que hay críticas y hay distintas tendencias por supuesto, opuestas a esta revolución verde.
Por otro lado, en la urbanización también va a conmover los valores de la sociedad, porque estos campesinos que llegan a la ciudad van a asumir los valores urbanos, los valores de la urbe y van a desestimar sus culturas tradicionales, por ende esto también tiene un correlato cultural muy importante.
La otra gran revolución es la revolución cibernética, que en realidad es un poco posterior, pero que va a implicar una modificación sustancial en tanto, que va a permitir un proceso de creciente digitalización.
Hay quienes plantean que es una tercera fase del proceso de la revolución industrial, fase actual que estamos atravesando y que vinculada con otros procesos, nos habría hecho entrar en un período post-industrial.
En el cual (por decirlo en términos sencillos) empieza a tener cada vez más peso, una economía que funciona en lo virtual, va a tener mucho más peso que la producción de bienes industriales tangibles, que caracterizó toda la fase en la que tuvo influencia la revolución industrial.
Es decir que ya ha avanzado el siglo XX entramos en este periodo post-industrial y esto va a tener enormes consecuencias económicas y culturales.
Finalmente algo que va a caracterizar este mundo contemporáneo va a ser la globalización, especialmente a partir de la destrucción de la Unión Soviética, el mundo se va a hacer cada vez más transnacional y globalizado, va a estar íntimamente articulado en un proceso que se viene dando desde la construcción de la economía mundo a partir del siglo XVI.
Pero que se va a profundizar y en el marco de los avances tecnológicos, de la crisis de los Estados Nacionales, va a implicar un sistema transeconómico, transnacional, íntimamente articulado.
De flujo libre y especulativo de capitales que se mueven indiscriminadamente por los territorios desde una lógica economicista. Va a ser funcional a esta globalización que va a arrasar y a terminar con lo que quedaba de los sistemas tradicionales en los espacios, aún no tan insertos en el capitalismo.
Va a ponerse en practica esta teoría neoliberal, como una reacción a la crisis del capitalismo de finales de los años 70’ y que va a implicar que desde los organismos de gobierno internacional y en los distintos países, se propician medidas de liberalización del mercado.
De caída de las barreras aduaneras entre los países, de des-regulación, de los mercados de trabajo, de privatización y de achicamiento del estado.
Estas teorías neoliberales van a tener anclaje y van a ser sostenidas desde los centros internacionales, como un modo de facilitar este proceso de globalización y como conocemos en la Argentina, van a tener enormes y desastrosas consecuencias, sobre todo, en los países periféricos.
Para ir profundizando en qué medida el neoliberalismo como dice el geógrafo David Harvey, es un proyecto de destrucción, de avasallamiento de las culturas locales, en pos de la definitiva inserción en el capitalismo, en el caso de los territorios subalternos, en una posición de cada vez mayor subalternidad.
Estos procesos que venimos describiendo, la crisis de la familia tradicional, el protagonismo de los jóvenes, la masificación de la cultura, la revolución verde y cibernética.
Van a dar lugar a una crisis de los valores de la modernidad, van a jugar un rol fundamental las minorías. El mundo contemporáneo es el mundo de las minorías, no solamente de las mujeres, sino también de las minorías étnicas de las minorías vinculadas a la diversidad de género.
A partir de medios del siglo XX, estas minorías van a emerger, van a ser crecientemente visibles en la demanda por sus derechos y ellas, de la mano del resto de los procesos que están, van a ser uno de los agentes fundamentales en la puesta en crisis de esta noción de modernidad.
Volviendo a la idea de modernidad que estuvimos trabajando cuando nos referimos al siglo XVIII en Europa y pensamos que a través de la ilustración, se consolidaron una serie de valores que se van a convertir en hegemónicos y que van a guiar la experiencia vital no solamente en Europa sino fuera de este territorio por vía de la expansión europea.
Estos valores de la modernidad que decimos, se van a consolidar en el siglo XVIII y en el tránsito del XIX, van a funcionar en modo hegemónico dominante hasta mediados del siglo XX.
En el siglo XX, por distintos procesos, la idea de modernidad va a entrar en crisis. Va a entrar en crisis el universalismo de los valores occidentales, las minorías van a decir “¿en qué medida estos valores creados en la Europa occidental son universales?”.
Pensemos en la idea de arte, en esta idea de arte moderno gestada en Europa y a partir de la experiencia del arte decimonónico, que se erigió en universal y que impide ver otras formas artísticas, que se las plantea como meras artesanías.
En qué medida esos valores occidentales elegidos como universales, no lo eran tanto. Lo mismo van a decir las minorías étnicas, las mujeres que van a cuestionar a este sujeto universal que no en vano es heterosexual y occidental.
Es decir, que la idea de modernidad y su universalismo va a entrar en crisis, va a entrar en crisis también el racionalismo.
Realmente va a surgir la pregunta de en qué medida el desarrollo científico conduce a un progreso, o en realidad es la causa, y va de la mano de grandes catástrofes. En lugar de conducir a una situación de emancipación, conduce a las peores situaciones de dominación y de exterminio.
También va a entrar en crisis la idea de modernidad en tanto la modernidad planteada como el progreso unilineal hacia las formas de vida similares que tienen como modelo esa Europa capitalista.
Y aquí los diferentes movimientos de crítica al sistema capitalista que van a caracterizar especialmente a finales de la década del ´60, digamos el mayo francés, el Cordobazo en Argentina, las revueltas en México en 1968.
Van a estar planteando la pregunta acerca de si esos modelos que se erigen en el lugar al cual hay que dirigirse, la utopía realizable en el marco del sistema capitalista, son verdaderamente modelos para el progreso y para la transformación social.
En definitiva, con la modernidad entra en crisis la idea de emancipación, de creer que por vía de los procedimientos de la razón, se puede llegar a una situación de libertad de los seres humanos, de una razón que está instrumentalizada, que fragmenta el mundo.
Que fragmenta la experiencia, que se basa en la idea de autonomía estas ideas gestadas en esa Europa del siglo XVIII, van a entrar en crisis a mediados del siglo XX por la emergencia de los sujetos subalternos, por las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
Por el enfrentamiento de dos bloques, por las enormes transformaciones que en el plano de la cultura van a demandar las revoluciones y los cambios tecnológicos.
Es decir que a mediados del siglo, vamos a entrar en lo que algunos autores han definido como una nueva fase, que sería la posmodernidad y que otros han simplemente descrito como una modernidad tardía.
¿De qué hablamos cuando "hablamos de posmodernidad"? En definitiva, cuando decimos modernidad o modernidad tardía u otras caracterizaciones como modernidad líquida, de una experiencia vital, un conjunto de valores que rigen la experiencia y que de alguna manera, estarían describiendo o en realidad estarían generando miradas acerca de cómo vivimos los sujetos este mundo contemporáneo.
En la posmodernidad, hay una crítica a la razón, el sostenimiento de los valores, por ejemplo, en el desarrollo científico y en las distintas formas de racionalidad que operan sobre la vida cotidiana, hay una puesta en cuestión de esa idea de razón.
Por ejemplo esto lo podemos ver en la crisis de la idea de la medicina ortodoxa, en el presente asistimos a una serie de cuestionamientos, por ejemplo la resistencia de la vacunación forzosa en la población.
Aquello en lo cual se creyó fervientemente por vía del racionalismo que es la vacunación y los desarrollos científicos en relación a eso, y la articulación con los Estados para generar condiciones sanitarias vinculadas a ese proyecto, hoy en día vastos sectores de la población lo ponen en duda.
Del mismo modo, en el presente hay un renacer de movimientos mesiánicos, de religiones alternativas, hay un florecimiento de cultos que de alguna manera vendría a negar todos los cuestionamientos que, desde la Ilustración, se venían haciendo a la religión y que habían dado lugar a que en vastos sectores de la población se alejaran de las prácticas religiosas.
La posmodernidad también se asocia a la crisis de la idea de progreso y al fin de los meta-relatos, es como un descreimiento en las utopías.
Ya no tenemos relatos unificados como por ejemplo el relato marxista, que planteaba la posibilidad de llegar a una sociedad sin clases, aplicando determinadas formas de organización social y apelando a un sujeto que era el sujeto del proletariado.
Ese relato, así como otros meta-relatos han entrado en crisis, han sufrido enormes críticas y ya no constituyen la base de movimientos políticos unificados que se plantean una idea de emancipación total radical.
La posmodernidad se caracteriza por la crisis de esos relatos y en definitiva por la crisis de la idea de progreso, ya no habría un lugar al cual dirigirse, de bienestar general de la población, por vía de la aplicación de ciertos valores.
Ese espacio ya no existe más, no existirían más las utopías, de acuerdo a lo que plantean los teóricos de la posmodernidad en relación a la experiencia contemporánea.
Y tampoco por supuesto, se va a plantear como modelo la cultura europea también va a ser profundamente cuestionada.
La posmodernidad es la era de los sujetos subalternos, también del multiculturalismo y de la crítica.
El proceso por el cual se expandieron estos valores de la modernidad europeos como si fueran universales y además beneficiosos para cualquier posición, en cualquier territorio y en cualquier momento, entonces es un momento de supuesta "era dorada", que fue mas aparente que real.
Es decir que, desde mediados del siglo XX, esos valores de la modernidad de entran en crisis y se produce una posición, una situación que desde la teoría ha sido descripta con estas características y sobre la cual también hay miradas muy contrapuestas.
Hay quienes dicen que esta construcción de la idea de posmodernidad, en definitiva es muy desencantada y que es completamente funcional al avance del capitalismo.
Los teóricos de la posmodernidad (dice Sánchez Vázquez) postula en una serie de valores productos de su propia crisis como intelectuales de izquierda y no cuestionan las bases de este sistema capitalista que continúa expandiéndose.
Es decir que, por eso planteamos esta idea de “posmodernidad” entre comillas. Pero el concepto y los textos valen para preguntarnos en qué medida y de qué manera afectó esta crisis de la modernidad, cuáles son las características que rigen o los valores que guían el accionar de los sujetos en el presente, si es que pudiéramos hablar de sujetos en términos unificado.
Es decir hay un montón de preguntas para plantear acá, pero claramente la experiencia digital ya no se rige por los valores de la modernidad y necesitamos nuevas herramientas para pensar este presente.
En este marco que se va a gestar esta idea de arte contemporáneo, que si bien se va a terminar erigiendo como hegemónica, tampoco va a describir del mismo modo que la idea de posmodernidad no describe la experiencia de todos los sujetos.
Tampoco la idea de arte contemporáneo, así como tampoco lo hizo la idea de arte moderno, describió todas las experiencias estéticas de los tiempos a los cuales corresponden.
No es que todo el arte que se produjo desde 1945 hasta el presente es contemporáneo, solamente algunas formas del arte se adaptaron o funcionaron en pos de esta categoría que va a ir construyéndose crecientemente como hegemónica al interior del campo artístico.
Queridos lectores, si les gusto lo que escribí pueden contribuir, muchas gracias.
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